Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 178

Sharon no esperaba que él la despidiera tan rápido. Originalmente planeaba preguntar el nombre de la persona, pero no tendría sentido para ella continuar con el asunto si ya había sido despedida.

Además, ella había renunciado a su trabajo, así que de todos modos no podría escuchar las cosas que la gente diría sobre ella.

“¿No estás enojada?”. El hombre la miró, sintiéndose un poco divertido.

“Nunca estuve enojada”. Sharon miró hacia otro lado, sin ser honesta.

Simon miró fijamente su perfil hermoso por un momento, sus ojos se oscurecieron inconscientemente, y luego levantó la mano para cepillar el cabello alrededor de sus orejas hacia atrás. Él dijo en voz baja: “Deberías llevar a tu hijo al apartamento primero, iré después de celebrar el cumpleaños de Penelope”.

Sharon le apartó la mano. “Está bien, puedes celebrar con Penelope. Deberías pasar la noche aquí y no perturbar mi tiempo de calidad de madre e hijo”. Ella abrió la puerta y se metió en el coche.

Al ver su mirada un poco arrogante, él arqueó las cejas. ¿La había estado consintiendo demasiado últimamente?

Sharon subió al coche y le pidió al conductor que los llevara de regreso. Ella se despidió del hombre que estaba afuera a través de la ventanilla.

Sebastian bajó la ventanilla del coche y le dijo en voz alta: “¡Papá, no vengas a molestarnos!”.

El hombre alto se quedó parado allí, mirando el coche que llevaba a su esposa e hijo fuera de las puertas de la casa de los Zachary. De repente sintió la necesidad de seguirlos.

Sin embargo, se vio obligado a celebrar el cumpleaños de Penelope ya que ella era como una madre para él.

El coche ya estaba a cierta distancia cuando Sharon no pudo evitar mirar atrás. Ella seguía sintiéndose incómoda en su corazón.

“Mami, ¿no quieres dejar a papá? ¿No puedes estar lejos de él ni siquiera un minuto?”. Su hijo la vio mirar hacia atrás. Él cruzó los brazos sobre su propio pecho e hizo un puchero con su boca diminuta, luciendo muy insatisfecho.

A Sharon le pareció divertido. “Estás haciendo un puchero tan fuerte que podría colgar una toalla en tus labios”.

Sebastian se salió del personaje por un segundo, abrazó el brazo de su mami y enterró su cabeza en sus brazos. “Mami, ¿no dijiste que tenerme es suficiente?”.

“Sí, así es”.