Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 191

Sharon quedó encantada después de escucharlo. Casi se le olvidó cantar su parte.

Después de que Eugene terminara con su parte, él levantó la mano para tocarla antes de que ella volviera en sí. Ella miró la pantalla y rápidamente continuó la letra.

Casualmente, ella conocía esa canción. Incluso había cantado esa canción con Howard en un concurso de canto en la escuela. En ese entonces, ella practicaba esa canción repetidamente para poder cooperar con él y conseguir un premio.

Sin embargo, quién iba a decir que las cosas seguirían igual, pero la gente cambiaría y ahora ellos eran enemigos.

Cuando ella estaba cantando esa canción, empezó a recordar todo lo que había sucedido en el pasado. Su corazón se volvió conflictivo y agitado. Casi no podía seguir cantando más.

Quizás Eugene podía ver a través de ella. Él de repente le extendió la mano para sostener su hombro. Ella levantó la cabeza para mirar sus ojos entrecerrados que parecían sonreír superficialmente. Ese sentimiento familiar volvió a surgir y se sintió como si se conocieran desde hace mucho tiempo.

Sharon no sabía cómo había terminado esa canción con Eugene. Ella de repente sintió que la forma en que él la miraba era diferente a la habitual. El sentimiento familiar y a la vez extraña la hizo entrar en pánico.

Por suerte, ellos no le pusieron las cosas difíciles a ella después de cantar la canción. Ella se sentó en un rincón y bebió un poco de más. Aunque el contenido de alcohol no era tan alto, ella se emborrachaba si tomaba demasiado.

Cuando llegó el momento de volver a casa, Sharon estaba ligeramente intoxicada.

Después de salir del karaoke, Eugene dijo que la llevaría a casa. Ella quería decir que no, pero por alguna razón desconocida, terminó en el coche de él. Ella se sentía mareada y le pesaba la cabeza cada vez más. Ella cayó inconsciente en el momento en que subió al coche.

Cuando Eugene la vio así, sonrió impotente. Luego él se inclinó para ponerle el cinturón de seguridad a ella.

El rostro de ella estaba un poco sonrojada y era obvio que había bebido demasiado esa noche. Él la miró en silencio y una mirada complicada cruzó por sus ojos. Los dedos largos y delgados del hombre rozaron suavemente la mejilla de ella.

‘Shar, parece que no te acuerdas de mí’.

Él suspiró levemente y la ayudó a apartar el cabello que tenía al lado de la mejilla por detrás de la oreja.

Él la condujo de vuelta a casa.