Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 21

"Presidente Zachary, no importa si lo cree o no, Sebastian no tiene nada que ver con Howard", dijo Sharon con los ojos mirando directamente a Simon.

En el pasado, ella pensaba que el hombre en el hotel esa noche era Howard. Más tarde se enteró de que fue Sally quien le tendió una trampa.

No fue Howard quien la hizo perder su virginidad, y ella no tenía idea de quién era.

¡Ella casi perdía la cabeza cuando se enteró durante la boda!

No esperaba que ella también fuera tan 'afortunada'; ella quedó embarazada con una sola noche, e incluso con un hombre desconocido.

Desde el principio, ella y Howard nunca habían tenido una relación íntima, así que, ¿cómo era posible que el niño le perteneciera a Howard?

Al ver que la mirada aguda de Simon todavía estaba fija en ella, parecía que todavía no estaba convencido.

Ella respiró hondo y dijo: "Bueno, para ser honesta, tampoco sé quién es el padre del niño". 'De todos modos, no es de Howard'.

Simon estaba sorprendido e incluso se sintió absurdo. 'Ella, como la madre del niño, ¿ni siquiera sabe quién es el padre del niño?'.

'¿Qué tan ingenua es ella como madre?'.

'Su declaración no es para nada convincente'.

Cuando el ambiente se calmó, se escuchó la voz del niño desde el baño: "Mami, olvidé mi ropa, ¿puedes ayudarme a buscarla?".

Justo cuando Sharon se había levantado y estaba a punto de intentar escapar del ambiente tenso, Simon tiró de ella hacia abajo, "No te muevas, yo se lo llevaré". Él todavía estaba pensando en la herida en su pierna.

Sharon no quiso causarle ningún problema, pero Simon adoptó una postura que no permitía ningún rechazo. Por lo tanto, no le quedó más remedio que sentarse en silencio.

"Gracias entonces. Su ropa está en el armario de la habitación". Ella señaló hacia la habitación donde dormían ella y su hijo.

Simon levantó un poco la cabeza y entró en su habitación.

Tan pronto como entró en la habitación, él vio el armario. Abrió la puerta del armario pero solo vio los vestidos de Sharon; no vio ninguna ropa que le perteneciera al niño.

Por lo tanto, tiró del cajón inferior donde la ropa de Sebastian estaba ordenada. Entonces, justo cuando estaba a punto de sacar un par de ropa, él captó el aroma del perfume que le era muy familiar en la memoria.

Sus pupilas se encogieron y vio una elegante botellita en el cajón. Él la recogió instintivamente y lo colocó frente a su nariz antes de olerlo.

En ese momento, su mente se inundó de recuerdos de esa noche en el hotel hacía cinco años...