Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 214

Este hombre resultó gravemente herido, pero aún así fue a la habitación de ella deliberadamente. ¿Fue solo porque quería pelear con Eugene Newton?

El pecho de Sharon se sintió sofocado. Se estaba preguntando si debería echar un vistazo a la sala de al lado cuando se abrió la puerta.

Ella levantó la mirada y vio a Simon, quien todavía estaba en silla de ruedas, que había regresado.

“¿No te fuiste? ¿Por qué regresaste de nuevo?”. Sharon lo miró fijamente con furia.

El rostro de Simon estaba inexpresivo y su voz era fría. “Regresé para recordarte que todavía eres la esposa legal en mi certificado de matrimonio. No estoy muerto aún, así que no pienses en tener ninguna relación con Eugene”. Después de hablar, le dijo a la enfermera que lo sacara del lugar.

Él mantuvo una mirada hosca en su rostro. Originalmente, había ido a la habitación para hablar con ella sobre Rebecca. Inesperadamente, la vio en el abrazo de Eugene.

Parecía que él estaba demasiado celoso. No debería haber ido.

¿Por qué le importaría a ella si pasaba algo entre él y Rebecca?

En la sala, Sharon seguía mirando en dirección a la puerta. ¿Regresó este hombre solo para decir esto?

Ella no necesitaba su recordatorio. Ella lo recordaba muy claramente y conocía sus límites.

Sin embargo, no tenía idea de por qué Eugene de repente la abrazaría y le diría cosas tan raras.

Hablaba como si se conocieran desde hacía mucho tiempo. No había tal persona en su memoria.

¿Acaso Eugene reconoció a la persona equivocada?

Con la mente inquieta, Sharon permaneció en la sala durante dos días. Quería visitar a Simon durante este tiempo, pero cada vez que pensaba en las molestias entre ellos, tenía miedo de que él no se alegrara de verla.

Esta vez, el accidente automovilístico de Simon había hecho que Penelope perdiera por completo la compostura. Para ella, Simon era más importante que cualquier otra cosa.

Al verlo herido, especialmente por una mujer como Sharon, se enojó mucho. Ella nunca permitiría que Sharon se quedara a su lado y lo lastimara de nuevo.

A Sharon no le sorprendió lo mucho que le desagradaba a Penelope. Lo que la sorprendió fue que tampoco veía con buenos ojos a Rebecca.

Hasta donde ella sabía, la familia Lawrence no era tan buena como la familia Zachary, pero siempre habían estado en buenos términos. Rebecca había regresado de estudiar en el extranjero y su apariencia no era mala, pero esos estándares aún no estaban a la altura de las expectativas de Penelope.

Ella no pudo evitar preguntarse qué tipo de mujer sería digna de Simon Zachary. No podría ser un ángel del cielo, ¿verdad?

“Penelope, no aceptaré un matrimonio político”, dijo Simon con calma en ese momento.

“Ya sea que lo aceptes o no, lo he decidido por ti. Si insistes en hacer las cosas a tu manera, también puedo hacer que Sharon desaparezca”. Las palabras de Penelope fueron extremadamente frías.