Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 218

Sharon bajó su mirada y organizó sus pensamientos antes de decir: “Perdón por no haberte visitado durante los últimos dos días. Tenía miedo de que aún estuvieras enojado conmigo”.

Simon se quedó en silencio por un momento antes de soltar un bufido. “¿De quién es la culpa que esté herido? Aunque estuviera enojado, eso no te da derecho a que no me visites”.

Esta mujer simplemente no tenía conciencia. ¿Por qué estaba inventando excusas?

“Solo tenía miedo de que te enojaras más cuando me vieras y que eso afectara tu recuperación”.

“Pensé que olvidaste tu identidad porque estabas demasiado ocupada acurrucándote con Eugene Newton. ¿Cómo pudiste encontrar tiempo para visitarme?”. Simon se negó a creerle.

“Yo... ¡lo has malinterpretado!”.

“¿Qué fue lo que malinterpreté?”. Él lo vio con sus propios ojos. ¿Cómo podría haber un malentendido?

“De verdad no hay nada entre Eugene y yo. Para mí, él es solo mi jefe. Ese día, él me abrazó para consolarme. Me herí en el trabajo y él se sintió apenado”.

A decir verdad, ella aún no había descubierto lo que estaba pensando Eugene, especialmente cuando decía esas cosas raras.

Ella ni siquiera estaba segura de que Eugene le tuviera cariño. Siempre le daba la sensación de familiaridad y a la vez de un extraño.

En resumen, no creía que hubiera intereses románticos entre ellos.

“Tú lo tratas como a un jefe, pero es posible que él no te trate como a una subordinada ordinaria”. Simon dio en el blanco inmediatamente.

Sharon guardó silencio. Él tenía razón. Tal vez debería encontrar algo de tiempo para preguntarle a Eugene qué estaba pensando.

Al ver que ella no respondía nada, continuó: “Eugene Newton no es una persona tan simple como parece a simple vista. Te trata bien, pero tiene motivos ocultos”.

Sharon bajó su mirada y dijo hoscamente: “No quieres que trabaje con él, así que es normal que hables mal de él”.

Al ver que el hombre todavía estaba malhumorado, Sharon extendió cautelosamente las manos y tiró de sus mangas, luego bajó la voz y suplicó: “No te enojes, ¿de acuerdo? Prometo que solo estoy allí para trabajar y no tendré nada que ver con él. Si hago algo malo con él, renunciaré a la custodia de Sebastian. Si digo esto, me creerás, ¿verdad?”.

Ella no sabía cómo convencerlo, pero él debería saber lo importante que era su hijo para ella. Ya que usó a su hijo como garantía, él debería poder detectar su sinceridad.

Incluso Sharon se sorprendió después de decir eso. ¿Cuándo se volvió más importante ganar la confianza de ese hombre que su hijo?

Probablemente fue porque él voluntariamente había arriesgado su vida para protegerla. Ella estaba realmente conmovida por esto. Una cosa que no se podía negar era que ella sentía algo por él.

Los ojos profundos de Simon la miraron fijamente. ¿Esta mujer lo estaba tratando de convencer?

Inexplicablemente, su ira se redujo un poco, pero aún mantenía una expresión fría. “Bueno, no puedo detenerte si eso es lo que quieres. No vengas llorando conmigo cuando te engañen”.

Sharon se sorprendió por un momento antes de preguntar: “¿Eso significa que estás de acuerdo con que yo trabaje en su empresa?”.