Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 340

"¡Detente! ¡O dispararé!". Simon rugió mientras apuntaba a Sally con un arma que le arrebató al policía que estaba a su lado.

Se las arregló para detener el ataque inminente de Sally a Sharon, pero aun así la hizo temblar levemente, dejando una herida más profunda y sangrienta en el cuello de Sharon. La sangre roja comenzaba a fluir por su cuerpo...

El dolor punzante de su cuello dificultaba la respiración de Sharon. Sin embargo, estaba aún más preocupada por Simon, que tenía una pistola en la mano. Ella no quería que disparara y matara a alguien por su culpa.

Además, ¡no quería dejar a Sally morir tan fácilmente!

La pupila de Simon se dilató al presenciar la sangre corriendo por el cuello de Sharon. Él miró maliciosamente a Sally y dijo con intención asesina: "¡Déjala ir!".

Sally estaba atónita, pero rápidamente volvió a sus sentidos. Miró a Simon con una expresión burlona, un poco asustada, pero incapaz de aceptar su situación actual. “¿Te preocupas tanto por ella, Simon? ¿No tienes miedo de que te traicione algún día?”.

“Deja de decir tonterías. ¡Te dije que la dejes ir!".

La mano de Sally que sostenía el cuchillo tembló levemente. Había una profunda sensación de odio en sus ojos. Simplemente no podía comprender por qué todos estos hombres se sentían atraídos por Sharon.

¡Howard la había obligado a firmar los papeles del divorcio por culpa de Sharon!

¡Ahora, Simon estaba dispuesto a matar por ella!

Cuanto más pensaba en ello, más enojada y odiosa se volvía. La ira y el resentimiento se estaban volviendo abrumadores, de repente levantó la cabeza para reír como una loca: "Jajajaja...".

Ella miró a Simon después de hacer esto y se burló de él: “¿Quieres dispararme? Bueno. ¡Veamos qué es más rápido, mi cuchillo o tu pistola!".

Tan pronto como dijo esto, apretó el cuchillo con más fuerza. ¡En ese momento, sus ojos estaban llenos de un feroz instinto asesino!

¡Bang!

Se escuchó un disparo inmediatamente después de que Sally dijo eso, causando que todos alrededor quedaran atónitos.

Los agentes de policía se acercaron para esposar a Sally. Sin embargo, todavía estaba tan conmocionada que pensaba que iba a morir.

No recuperó el sentido hasta que los agentes de policía estuvieron a punto de llevársela. Mirando a Sharon, que Simon sostenía en sus brazos, con los ojos rojos de ira, Sally le gritó histéricamente: “¡Sharon! ¡Te maldigo! ¡Nunca podrás vivir en paz!".

Sally siguió maldiciendo y gritando mientras se la llevaban; el escándalo finalmente se desvaneció una vez que la policía se la llevó.

Sharon siguió sin decir una palabra mientras observaba cómo se llevaban a Sally. No podía poner en palabras lo que sentía en ese momento.

Mientras tanto, Simon bajó la cabeza para examinar la herida en su cuello que aún goteaba sangre. Su expresión se tornó lúgubre, e inmediatamente agarró su muñeca y salieron.

Ella no pudo evitar sentirse sorprendida por su ansiedad repentina. "¿Qué pasa?".

"¿Qué quieres decir con qué pasa? ¡Vamos al hospital!".