Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 351

Sharon estaba ridículamente borracha y aterrorizada de ser engañada. Sentía que todos a su alrededor querían engañarla y le estaban mintiendo.

“Shar, ¿de qué tonterías estás hablando? Si de verdad tengo algo que ver con Summer, ¿crees que estaría aquí bebiendo contigo ahora mismo?”.

“Pero lo que dijiste es cierto. Nuestro apellido es Gabriel, pero ella es una joven dama adinerada, mientras que yo soy una huérfana que creció en un orfanato. Es la diferencia entre el cielo y la tierra. ¡Yo realmente obtuve el resultado menos favorable!”.

Pensando en su propia experiencia de vida, Riley sintió la angustia surgir en su corazón, y no pudo evitar tomarse unas copas de vino también.

Riley Gabriel, quien dijo que quería mantenerse sobria, también se emborrachó.

Sharon se sintió un poco mareada y se dejó caer directamente sobre el mostrador del bar. El teléfono junto a ella vibró y la pantalla se iluminó. La persona que llamaba era Simon Zachary.

Había tanto ruido en el bar que no se dio cuenta de que la estaban llamando.

Cuando sonó el teléfono por tercera vez, Riley se dio cuenta. Sin importarle de quién era, contestó el teléfono porque pensaba que era el suyo.

“¿Aló? ¿Quién es?”.

Con la música ruidosa de fondo en el otro extremo y la voz de una mujer borracha, Simon no pudo evitar fruncir el ceño. “¿Dónde está Sharon?”.

Riley ya estaba borracha y confundida. Al enterarse de que la otra parte estaba buscando a Sharon, ella empujó a su amiga a su lado, pero aún así permaneció inmóvil.

“Shar está borracha. Vuelve a llamar más tarde”.

¿Borracha? Las cejas del hombre se arrugaron más y su tono se puso más grave considerablemente: “¿Dónde están?”.

“¡En el bar!”. Riley colgó el teléfono inmediatamente cuando terminó de hablar. Este hombre era realmente prolijo.

Los hombres que la rodeaban estaban descontentos con que se la llevaran, pero al ver el aura aterradora de Simon y los guardaespaldas detrás de él, nadie se atrevió a acercarse y causar problemas.

Sharon estaba bailando feliz cuando de repente la detuvieron, así que, por supuesto, se molestó y perdió los estribos. “¿Quién eres tú? ¡Suéltame! ¡Quiero bailar!”.

Simon frunció el ceño y sintió un leve dolor de cabeza mientras miraba a la mujer que estaba haciendo una escena. ¿Cuánto bebió ella? ¡¿Cómo podía estar tan borracha?!

“¿Quieres bailar? Está bien, ¡vuelve conmigo y te dejaré bailar todo lo que quieras!”. Sin más preámbulos, cargó a la mujer y se fue.

Riley lo agarró por detrás y dijo con enojo: “¡Desgraciado! ¡Deja ir a mi amiga! Si te atreves a tocarla, ¡no te perdonaré!”.

Simon le lanzó una mirada fría a Riley, quien también estaba muy borracha. Con el argumento de que era amiga de Sharon, le ordenó a un guardaespaldas que la llevara a casa.

Él se fue del bar con Sharon en sus brazos y se subió al coche que estaba afuera.