Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 38

Quizás porque notó las dudas en los ojos de ella, él continuó diciendo: "Sebastian es mi hijo. Así que, ¿crees que lo dejaría vivir lejos de mí? Incluso si lo permito, la familia Zachary no lo hará".

Sharon lo comprendía ahora. Si los Zachary sabían que Sebastian era el hijo de Simon, ¡ellos definitivamente no querrían que el niño se quedara con ella!

Se lo arrebatarían y se llevarían al niño a la casa de la familia Zachary.

Su mente estaba hecha un lío mientras agarraba su mano apresuradamente. "¡No puede quitarme a mi hijo!".

Simon arqueó levemente las cejas y sus delgados labios se curvaron ligeramente. "De ahí la razón por la que te estoy ofreciendo un matrimonio".

Sharon guardó silencio. Ella comprendía bien que si los Zachary se llevaban a su hijo, su pobre fuerza no podría detenerlos para nada.

¿Significaba eso que ya no tenía más opciones que firmar este acuerdo?

Ella de repente pensó en su hijo que siempre había querido encontrar a su padre. Además, él había sido objeto de bullying en la escuela por no tener un padre que lo protegía. Ahora que podía darle un hogar perfecto, ¿cómo iba a dudar?

"Está bien, firmaré". Temiendo que pudiera arrepentirse, ella agarró el bolígrafo y rápidamente firmó su nombre.

"¿No vas a revisar el acuerdo?". Simon no pudo evitar recordarle cuando vio cómo lo trataba como una situación de vida o muerte.

Sharon frunció los labios. "Después de todo lo dicho y hecho, ¿cuál es la diferencia entre leer o no el acuerdo?". Ella tenía que firmarlo de todos modos al final.

Simon asintió levemente y guardó el acuerdo. "A partir de hoy, serás la Señora Zachary. Puedes regresar y descansar un poco ahora. Los llevaré a ti y a Sebastian a la casa de los Zachary cuando hayas arreglado todo".

"¿Tan pronto?". Sharon frunció el ceño. Eso significaba que él quería reconocer rápidamente a Sebastian como hijo suyo.

Simon la miró con picardía. "Deberías estar preparada también. Después de todo, vas a vivir en la casa de los Zachary con el niño".

"¿Vivir en la casa de los Zachary? Eso es... un poco inconveniente, ¿no?". Él estaba actuando demasiado rápido.

El hombre de repente se inclinó hacia ella. "Señora Zachary, ya somos marido y mujer. Si tú y el niño no viven conmigo, ¿estás planeando que vivamos separados?".

Él se acercó de repente, y su fuerte olor masculino la envolvió. Ella no pudo evitar sentir que sus mejillas se enrojecían.

"En...entiendo". Ella apartó la cara, evitando su cálido aliento.