Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 398

Sharon nunca antes había experimentado algo tan horrible. Incluso cuando sus fotos desnudas fueron expuestas durante su boda con Howard, nadie le había arrojado un huevo. Tampoco estuvo rodeada de tanta gente que la insultaba.

Los reporteros le hacían un sinfín de preguntas directas. ¡Era como si ya estuvieran seguros de que era una maníaca homicida!

"¡Seguridad, desháganse de ellos!", gritó Eugene con frialdad. También fue tomado por sorpresa por tantos reporteros que los rodeaban tan repentinamente.

"¡Aléjense todos!".

Antes de que los guardias de seguridad pudieran reunirse y correr, una voz masculina helada sonó con una fuerza imparable, sorprendiendo a toda la multitud de reporteros.

Los cientos de reporteros voltearon la cabeza para mirar a la persona. ¿Quién demonios poseía una fuerza tan formidable?

Frente a una limusina negra de modelo Lincoln Stretch había un hombre de cuerpo largo y robusto. Estaba mirando al frente con una expresión severa y seria, y un par de ojos de águila que estaban llenos de frialdad.

Los reporteros quedaron atónitos. Era Simon Zachary...

Simon caminó hacia ellos con sus guardaespaldas de aspecto frío que estaban vestidos de negro. Los reporteros ya tenían miedo de moverse debido a su aura naturalmente formidable, pero incluso fueron tan lejos como para hacerse a un lado para abrirle paso al hombre.

Cuando Sharon levantó la mirada por el pánico, vio al hombre acercándose a ella.

Era como si el hombre hubiera descendido del cielo para salvarla de su sufrimiento.

Cuando Simon se acercó a ella, notó que alguien le había arrojado un huevo. Incluso el cabello negro de ella estaba desordenado. Los ojos de él adquirieron una mirada sombría casi de inmediato y un aura fría brotó de sus ojos. ¿Cuál de estos desgraciados le hizo esto?

Él levantó la mano y apartó los cabellos desordenados de ella que se le pegaban a las mejillas hasta detrás de las orejas. Luego se quitó el abrigo y se lo puso, ignorando lo sucia que estaba en ese momento.

Sharon quiso alejarlo inconscientemente, pero él igual la envolvió con fuerza con su abrigo.

"¿Por qué... por qué estás aquí?", preguntó ella inconscientemente de nuevo de una manera aturdida.