Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 413

“Simon, ¿estás... estás hablando conmigo?”. Ella lo miró fijamente, aturdida. Aún le zumbaban los oídos, pero no podía oír una palabra de él.

Simon miró a la mujer asustada en sus brazos mientras su corazón se retorcía violentamente. La bala había fallado por muy poco. ¡Podría haber pasado por su cabeza y haberla matado en el acto!

Sería imposible para ella no tener miedo después de experimentar algo como esto. Él se sintió completamente petrificado con solo pensarlo en este momento.

¡M*erda! ¿Quién se atrevería a atacar así a su mujer?

Tan pronto como pusiera sus manos sobre ese desgraciado, ¡no viviría para ver la luz del día!

Él abrazó el pequeño cuerpo de ella con fuerza y ​​la consoló diciéndole: “Ya no tengas miedo. Estás bien”.

Sharon aún podía ver los labios del hombre moviéndose, y sabía que él aún estaba hablando con ella. Sin embargo... ¡ella todavía no podía escucharlo!

Ella lo apartó bruscamente, dejando el abrazo. Luego, ella lo miró sin pestañear. Se sentía extremadamente nerviosa y aturdida mientras preguntaba: “¿Qué estás diciendo, Simon? ¿Por qué no puedo escucharte?”.

Simon se sorprendió cuando ella lo empujó de repente, pero cuando escuchó lo que dijo, su mirada quedó fija en ella.

“¿Estás bromeando? ¿No puedes oír nada de lo que acabo de decir?”. Sus nervios se tensaron.

“¿Qué dijiste? ¿Puedes hablar más alto?”. Sharon estuvo a punto de romper a llorar. ¿Se había quedado sorda?

Simon extendió la mano y la sujetó por los hombros. Luego, subió el volumen y dijo: “No estés nerviosa y no tengas miedo. Trata de calmarte. ¿Puedes oír lo que estoy diciendo ahora?”.

Sharon siguió mirándolo fijamente. Luego, después de un breve momento, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos como una tubería de agua reventada. “No puedo escucharte... no puedo escuchar nada... estoy sorda. Simon, me he quedado sorda...”.

Al ver las lágrimas de Sharon fluir, el corazón de Simon comenzó a sufrir terriblemente por ella.

Él la volvió a sujetar entre sus brazos. Obviamente, sus pensamientos eran un desastre en ese momento, pero trató de calmarse mientras decía: “Está bien. Tu oreja solo está herida. Esto es temporal. Te llevaré para que te vea un doctor ahora, y todo estará bien...”.