Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 454

La búsqueda y rescate de Sharon seguía en marcha. Había pasado un día entero, pero aún no habían encontrado nada.

Incluso después de que el equipo de búsqueda y rescate sacara el coche que se había estrellado en el río, Sharon seguía sin aparecer.

El equipo de búsqueda y rescate no tuvo más remedio que aumentar su perímetro. Sin embargo, ha estado lloviendo mucho últimamente y el segundo día de la operación de búsqueda y rescate llovió mucho, lo que dificultó la búsqueda.

Algunas personas dijeron que la corriente había arrastrado a Sharon a la cuenca del océano, por lo que sería aún más difícil encontrarla.

El equipo de búsqueda y rescate dijo que también estarían en un aprieto si seguían sin encontrarla después de trabajar dos días más. Después de todo, aunque la encontraran tres días más tarde, sería un cadáver hinchado después de estar sumergido en el agua del río.

Si Simon quería seguir buscando, tendría que hacerlo él por su cuenta.

Simon había estado esperando en el lugar del accidente desde lo que le sucedió a Sharon.

Aún tenía puesto el traje de novio. Se había metido en el agua y quedó empapado, pero no se lo cambió. Siguió usándolo hasta que el viento frío de la orilla del río le secó la ropa.

El traje de alta costura estaba arrugado y sucio, y su frescura había desaparecido hacía tiempo. Sin embargo, el hombre que permanecía inmóvil seguía manteniendo su semblante gélido y no estaba dispuesto a rendirse.

Riley también apareció en el lugar. Era la primera vez que veía a Simon tan maltrecho y agotado.

Había perdido mucho peso en solo un día. Tenía los ojos enrojecidos y le habían crecido la barba alrededor de la barbilla.

Él seguía siendo el altivo y poderoso presidente Zachary, pero al ver su figura erguida y alta, Riley pudo sentir un rastro de soledad y tristeza.

Ella no pudo evitar correr hacia la orilla del río y gritarle con tristeza a la torrente de agua: “Shar, ¿dónde estás? ¿Sabes que todos te estamos esperando? Vuelve pronto, ¿de acuerdo?”.

Ella no sabía si había agotado todas sus fuerzas cuando gritó esta frase. Después de decir eso, se desplomó en la orilla del río y sus lágrimas cayeron como perlas de un collar roto.

Simon seguía de pie detrás de ella, inmóvil. Finalmente, se produjo una grieta en su rostro inexpresivo que parecía una escultura. Las grandes manos de sus costados estaban apretadas con fiereza.

Franky estaba a su lado con un paraguas y vio que su jefe se había atormentado hasta llegar a ese estado miserable por Sharon. No pudo evitar lamentar en secreto que Sharon fuera la única con esta habilidad.