Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 459

La mirada de Simon se volvió gélida mientras estaba fija en la caja negra.

¿Cenizas?

Su respiración se aceleró aún más que antes. Sus ojos estaban pegados a esa caja, aunque hubiera millones de voces gritando en su cabeza que no, que no eran sus cenizas y que aún no estaba muerta.

Sin embargo, la tristeza en sus ojos se extendió rápidamente...

Al cabo de un rato, él agarró la caja negra con fiereza y levantó los brazos para destrozarla.

“¿Qué cenizas? Ella aún no está muerta, ¿por qué habrían cenizas?”.

“Destrózala. Solo destrózala y ya no quedará nada de ella”, dijo Penelope rápidamente cuando él tenía los brazos levantados.

Simon se detuvo bruscamente. Quería romperla, pero tenía miedo. ¿Y si realmente eran sus cenizas?

Él se quedó parado levantando la caja. No sabía qué hacer en ese momento.

Penelope pudo ver claramente el conflicto, el dilema y el dolor en el rostro de él. El corazón de ella empezó a dolerle también.

Sharon lo había estado molestando durante demasiado tiempo. Él solo podría volver a ser el de siempre si Sharon estaba muerta.

Así que por eso le dijo que Sharon había muerto. Era para hacerle perder toda esperanza.

Habían pasado muchos días y el equipo de búsqueda y rescate seguía sin encontrar a Sharon. Quizás se había hundido en el fondo del mar.

Penelope no tuvo miedo de volver a mentirle.

“A partir de hoy, todo en la casa de los Zachary y en la corporación será manejado por mí. Ya no eres el jefe de la familia. Hablaremos de esto cuando te sientas mejor”, le anunció Penelope.

La expresión de Simon era fría y sombría, y sus ojos negros no estaban enfocados. No le importaba que su poder estuviera siendo tomado por Penelope. Lo único que le importaba era la caja que tenía en sus manos.

Él lucía aturdido y había perdido toda la fría arrogancia y nobleza que tenía habitualmente.

¿Era este el jefe de la familia Zachary?

Franky se fue con Penelope. Él ya no le prestaba atención a Simon.

“¡Traidor!”. Simon no pudo evitar reprender a Franky.

Justo después de que Penelope se fuera, apareció Sebastian.

“Papi, ¿mami nos está abandonando a ti y a mí?”.

El pequeño aún no sabía qué había pasado. Todos se lo estaban ocultando.

Simon miró la caja negra sobre la mesa. Fue incapaz de aceptar que se trataran de las cenizas de Sharon durante todo este tiempo.

Cuando Sebastian vio que Simon no hablaba, pensó que había acertado. Él cruzó los brazos sobre su propio pecho y dijo deliberadamente con rabia: “Estúpida mami. Está bien si ella no nos quiere. ¡Nosotros tampoco la queremos!”.

Simon quiso decir algo, pero notó que tenía los labios secos.

Le lanzaba miradas a su hijo de vez en cuando. ‘Sharon, incluso si estás dispuesta a dejarme, ¿cómo puedes estar dispuesta a dejar a tu hijo?’.