Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 465

¿Extrañaba su jefe tanto a Sharon como para empezar a alucinar? ¿Cómo era posible que esa mujer de antes fuera Sharon?

Sin embargo, él no se atrevió a decir nada, ya que tenía miedo de que pudiera destrozar las esperanzas de su jefe.

Simon permaneció inmóvil durante un buen rato, esperando que ella saliera. Sin embargo, lo que le recordó que debía irse fue el anuncio de embarque.

La mirada del hombre se volvió sombría lentamente. Él apretó los puños que tenía a ambos lados del cuerpo. De repente, dio un puñetazo a la pared que estaba a su lado.

Cuando Franky vio esto, se acercó corriendo a él. “Presidente Zachary, se equivocó. Esa mujer no era la Señorita Jeans. Además, ¿acaso no hemos recibido la noticia de que alguien la ha visto y ahora la estamos buscando?”.

Los ojos inicialmente llenos de malicia de Simon se iluminaron una vez más. Sí, estaba yendo a buscarla. ¡Esa mujer de antes no era ella!

Después de eso, el sonido de los pasos desapareció y Sharon siguió dentro del bote de basura.

Cuando Eugene se acercó y abrió la tapa del bote de basura, la vio dentro. Él suspiró y dijo: “Se ha ido. Sal ahora. ¿No huele mal ahí dentro?”.

Sin embargo, solo vio que ella estaba llorando mientras permanecía escondida dentro del bote de basura.

Sharon seguía mordiendo el puño con fuerza para evitar hacer ruido. Las lágrimas ya habían empapado su cara.

Él iba a encontrarla.

Ella se dio cuenta de que él no había retirado el aviso de persona desaparecida que había puesto. Él estaba decidido a encontrarla y no se detendría hasta hacerlo.

Eugene guardó silencio durante un rato. Comprendía su dolor. Comprendía el dolor de amar tanto a alguien que no podía superarlo.

Él también había experimentado lo mismo antes...

Él extendió la mano para sacarla y le limpió suavemente las lágrimas de la cara. “Tonta, si es demasiado doloroso, vuelve con él”.

En ese momento, Sharon no pudo seguir con su actuación. Cayó en los brazos de Eugene y rompió a llorar. “¿Por qué... por qué soy una Newton?”.

Eugene apretó los labios y la miró a los ojos. Él negó con la cabeza. “No por ahora”.

Sharon solo estaba preguntando y ya estaba preparada mentalmente. Sin embargo, cuando escuchó esta respuesta, su corazón siguió cayendo al fondo del abismo.

Después de un poco de silencio, ella recordó algo y preguntó: “Erm... ¿Cuándo se volvió loca nuestra madre?”.

La expresión de calma de Eugene empezó a cambiar ligeramente. Una mirada complicada cruzó sus ojos.

Ya que él la estaba tomando de la mano, ella pudo sentir que todo el cuerpo de él se ponía tenso. Esta pregunta parecía ser un tabú.

“¿Qué ocurre? ¿No puedes decírmelo?”.

Eugene dijo con una fuerte respiración: “Sienna, es mejor que no sepas algunas cosas”.

Él no sabía que su comportamiento estaba haciendo que Sharon se preocupara aún más por si se volvía loca sin darse cuenta.