Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 472

Eugene se llevó a Sharon y no se detuvo hasta cuando llegaron a la puerta.

Frunció el ceño y dijo con expresión seria: "Sienna, no vuelvas a hablarle así al abuelo en el futuro".

Todavía había un fuego de rabia en el pecho de Sharon, y cuando pensó en cómo el anciano le había pedido que regresara solo para que pudiera traerle ganancias a la empresa, no pudo apagar el fuego.

"Ya estoy siendo lo suficientemente educada al hablarle así".

"Él es nuestro abuelo, después de todo...".

"Lo trato como mi abuelo, pero ¿cómo me trata él a mí?". Sharon levantó la mirada hacia él. Su estado de ánimo era inestable y subió su tono inconscientemente.

Eugene se quedó sin habla durante un rato. En realidad, también se sentía impotente por el comportamiento del anciano.

“Eugene, no creo que te tenga ningún afecto. Él solo te utiliza como una herramienta para hacer dinero para los Newton, ¿no es así?".

"¡Suficiente! ¡No digas más cosas así!", rugió Eugene de repente con una expresión fría.

Sharon quedó atónita por los gritos del hombre, pero volvió en sí rápidamente. "Estoy enfurecida por ti, por la injusticia contigo. Tú...".

“Sienna, esta es la casa de los Newton. Tienes que tener cuidado con lo que dices”, la interrumpió Eugene.

Ella se enfureció aún más tras escuchar esto. "¿Y qué? ¿No hay libertad de expresión aquí?".

"No puedes decir algunas cosas aquí". El rostro de Eugene estaba serio. Era como si la fuera a arrastrar para que la mataran a golpes si decía algo mal.

De repente, Sharon recordó cómo el Viejo Amo había contratado a un asesino para que la matara. Incluso le había pedido bárbaramente a alguien que la secuestrara y la llevara a la casa de los Newton. Y en ese momento, ella ni siquiera tenía la libertad de decir lo que quisiera. Esto rayaba en parecer la Edad Media. ¡No esperaba que el sistema interno de los Newton fuera tan feudal y siniestro!

Cuando Eugene vio que ella ya no hablaba, dijo: “Espera aquí. Traeré el coche hasta aquí".

"Está bien.", respondió ella y bajó la cabeza para mirar sus dedos de los pies.

Eugene sabía que estaba siendo un poco duro con ella en ese momento, pero esto era por su propio bien.