Leia Capítulo 496 do romance Ten cuidado, mi papá CEO aqui. A série Ten cuidado, mi papá CEO, do gênero romances chineses, foi atualizada para Capítulo 496. Leia o romance completo em booktrk.com.
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Capítulo 496
Sharon miró a su hijo que apareció de repente frente a ella. En ese momento, ella pudo ver toda la rabia insoportable en el pequeño rostro del niño mientras la miraba con ojos llenos de dolor.
Era como si su corazón se hubiera roto en un millón de pedazos. ¡Estaba tan angustiada que casi perdió el control y por poco lo abraza!
Ella se preguntó si le había ido bien en los últimos dos años de su ausencia...
Su hijo había crecido mucho más, y su infantilismo de dos años atrás parecía haber desaparecido también. Él y Simon se estaban volviendo cada vez más parecidos, no solo en términos de apariencia, sino también en el temperamento frío que emanaba del cuerpo del niño.
Aunque el pequeño había crecido, también parecía más delgado. ¿Acaso se estaba saltando las comidas?
¿Cómo rayos había estado cuidando Simon a su hijo?
Cuando la madre y el hijo estaban en una confrontación silenciosa, los reporteros de los medios debajo del escenario se reunían y tomaban fotografías continuamente. Algunos de ellos no podían esperar para preguntar más: "Niño, ¿por qué la llamaste ‘mami’? ¿Acaso te confundiste?”.
"¡No lo hice! ¡Ella es mi mami!”, gritó Sebastian en voz alta.
"¿Por qué ya no nos quieres a papi y a mí, mami?", preguntó Sebastian con una cara hosca. Sus ojos parecían enrojecidos, pero fue obstinado y no permitió que sus lágrimas fluyeran.
Las cámaras en las manos de los reporteros hacían clic continuamente, y los destellos impedían que Sharon abriera los ojos. Entonces, escuchó a un periodista preguntar: “Señorita Newton, ¿este niño es su hijo? ¿Se casó y tuvo un hijo antes de regresar con la familia Newton?".
Sharon apretó con fuerza el micrófono en su mano. Quería mucho tener a su hijo en sus brazos, pero no podía admitir la verdad frente a ellos...
Además, dado que su hijo estaba allí, eso indicaba que Simon también estaba allí.
Todo el lugar se volvió caótico y fuera de control. Finalmente, Eugene le pidió al personal de seguridad que mantuviera el orden y evitaran que los reporteros tomaran más fotografías.
Sharon reprimió las turbulentas emociones en su corazón e hizo todo lo posible por sonreírle al pequeño mientras decía: “Creo que te has equivocado de persona, niño. No soy tu mami".
“¡Eres mi mami! ¡¿Por qué no lo admites?! Si me abandonas de nuevo, yo... ¡te demandaré!".
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