Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 500

Eugene llevó a Sharon al laboratorio de investigación y se fue. Desafortunadamente, lo sucedido en el centro comercial había causado un poco de revuelo, por lo que necesitaba dirigirse a las empresas de medios de los respectivos reporteros que habían tomado fotos del incidente y tratar de controlar la situación.

Cuando Sharon regresó, Ceylon notó que los ojos de ella todavía estaban un poco rojos e hinchados. Él preguntó con vacilación: "¿Entonces el niño es tuyo?".

Naturalmente, él estuvo presente durante el evento de presentación del perfume y vio la escena del niño corriendo hacia el escenario mientras la llamaba "mami".

Sharon lo miró al escuchar su pregunta. Sabía que él solo se preocupaba por ella y no trataba de chismorrear como los demás.

Era solo que ella no estaba de humor para seguir hablando del tema.

"No. Se equivocó de persona".

Como su mentor, Ceylon todavía podía leer un poco los pensamientos de Sharon. Por lo menos, entendió que ella no quería hablar del tema.

“Ah, entonces se equivocó. Debe ser que te pareces mucho a la madre del niño", bromeó él.

"Sí... supongo que sí", dijo Sharon mientras sonreía de mala gana.

"Desafortunadamente, un niño arruinó tu evento, así que tendrás que empezar a trabajar duro de nuevo". Ceylon le dio unas palmaditas en el hombro para animarla.

"Supongo que sí", dijo Sharon mientras se encogía de hombros, fingiendo no poder hacer nada al respecto.

Al ver que ella se sentía mejor, Ceylon continuó: “Adelante, manos a la obra. Llámame si necesitas ayuda". Después de decir estas palabras, se estaba preparando para irse.

"Maestro", lo llamó ella de repente.

"¿Qué sucede?". Ceylon se dio la vuelta mientras sonreía.

“Erm… Gracias por ayudarme. Pero si tiene otros asuntos que atender, ya no tiene que preocuparse por mí". Ella se sentía mal por molestarlo constantemente. Además, como Simon la estaba molestando, ella tenía miedo de que su producto no tuviera una buena acogida por el público.

Ceylon frunció el ceño al escuchar esto. “¿Cuándo nos convertimos en extraños? Eres mi única alumna, así que me rehúso a rendirme antes de que logres algo".

Él se despidió con la mano y continuó alejándose mientras decía: “Olvídalo. Adelante, comienza a trabajar".

Sin embargo, tras dar unos pasos hacia adelante, él pensó de repente en otra cosa y se dio la vuelta para decirle con seriedad: "Por cierto, ya te graduaste, así que deja de llamarme ‘maestro’ de ahora en adelante. Me hace parecer viejo".