Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 507

Sharon separó los labios, pero dejó de intentar discutir con él. De todos modos, no tenía mucho sentido.

“Rápido, ponte la ropa. Si te resfrías, no seré responsable de ello”. Ella ya no trató de ayudarlo y lo hizo vestirse solo.

Sebastian seguía sonriendo mientras se ponía la ropa. Luego continuó: “Está bien. Ahora que tengo a mami a mi lado, no tengo miedo de que nadie me cuide si me enfermo”.

Sharon frunció el ceño ante sus palabras. “¿Acaso nadie te cuidaba cuando te enfermabas? ¿Qué hay de tu papi?”.

Sebastian fingió estar triste y suspiró. “Papi ha estado muy ocupado en el trabajo y te estaba buscando por todos lados. Además, la tía Penelope no paraba de obligarlo a ir a citas a ciegas también, así que no tenía tiempo para mí”.

“¿Citas a ciegas?”. ¿Penelope estaba organizando citas a ciegas para Simon?

Sebastian la tomó de la mano y dijo: “Así es, mami. Como ya no estás al lado de papi, lo obligan a casarse con otra mujer. La tía Penelope arregló que esa dama de esta noche fuera su cita a ciegas”.

¿Estaba hablando de Xena Amy? ¿No dijo que era su asistente? ¿Era ella la mujer con la que Penelope estaba tratando de emparejar a Simon?

No era de extrañar que tuviera la sensación de que Xena no era una asistente corriente desde el principio.

Sharon bajó la mirada para ocultar las emociones en sus ojos. Luego sonrió y dijo: “Eso es asunto de tu papi, así que no tiene nada que ver conmigo”.

“¿Cómo puedes decir eso? Si sigues siendo tan indiferente, entonces, ¿de verdad estás pensando en abandonarnos a Papi y a mí para siempre?”.

El corazón de Sharon se sintió más pesado al ver a su hijo mirándola con tanta preocupación y enojo. Sin embargo, ella aún trató de ser indiferente a propósito y dijo: “No tengo ninguna relación con ustedes dos para empezar”.

Sebastian le apretó la mano y dijo: “Sé que no nos recuerdas ahora mismo, mami, pero creo que nos recordarás tarde o temprano porque papi y yo somos las personas que más amas”.

Las personas que ella más amaba...

Esta frase la dejó en trance. Tuvo que dejarlos tan cruelmente solo porque los amaba demasiado.

Después de un rato, Sharon terminó con su ducha y salió con un camisón de seda. No estaba demasiado expuesta, pero se podían ver sus dos largos brazos delgados y sus pantorrillas relucientes.

Hablando con franqueza, era un camisón muy ordinario. Simon podía verla salir de la ducha a través de la pantalla de su teléfono.

Afortunadamente, la pulsera que él hizo para su hijo no solo podía localizarlo y hacer llamadas, sino que también tenía una función de grabación de video. Además, no se podía ver a través de su costado desde la pulsera.

“¿Nos vamos a la cama ahora, mami?”. Sebastian tomó la iniciativa de caminar hacia la cama y la miró con mucha expectativa.

Ella pensó en los asuntos importantes con los que tenía que lidiar el día siguiente y sintió que debía descansar temprano por la noche.

“Está bien, vamos a dormir”.

En ese momento, Simon pudo ver a la madre y al hijo acostados en la misma cama. El maldito mocoso apestoso incluso estaba acostado tan cerca de ella. ¡Sus manos incluso estaban abrazando el cuerpo de ella!