Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 517

“Se ha olvidado de su hijo y su marido. ¿Crees que no es importante?”. Simon entrecerró los ojos fríamente y una sensación de frialdad emanaba por todo su cuerpo.

El médico sintió un escalofrío por la columna mientras murmuraba: “Actualmente, no hay cura para esto. Sin embargo, puede hablar más sobre el pasado o revivir las escenas por las que pasó. Incluso puede llevarla a los lugares en los que ha estado y dejar que haga cualquier cosa significativa del pasado. Quizás hacer todo esto le traerá algunos recuerdos a su cerebro”.

Sharon se puso de pie después de escuchar el consejo del médico y dijo: “No hay necesidad de hacer cosas tan innecesarias. Ya se lo he dicho, no me pasa nada, así que no necesito tratamientos médicos. Ni siquiera necesitaba ver a un médico, en primer lugar”.

Después de decir esto, ella salió directamente del consultorio del médico.

Tan pronto como salió, los pasos se acercaron a ella desde atrás, y el hombre la agarró apresuradamente.

“Presidente Zachary, ha escuchado lo que dijo el médico. Estoy bien y no me pasa nada. Me prometió que no me molestaría más si no hay problemas con el chequeo”.

Ella hizo una pausa y lo miró directamente a los ojos antes de decir: “Entonces, ¿no se supone que debe dejarme ir ahora? ¿Y desaparecer de mi vista?”.

Los delgados labios de Simon se burlaron con frialdad: “¿Cuándo te prometí eso?”.

“¿Estás... estás tratando de hacerte el tonto?”. Ella no pudo evitar sentirse enfurecida.

“Fuiste tú quien se equivocó. Nunca te he prometido nada. Dijiste que tu cerebro está bien, pero ¿cómo puedes ser tan olvidadiza?”.

Cuando ella lo pensó con más atención, parecía que él realmente no le había prometido nada... ¿Fue engañada por nada?

“Está bien. Incluso si no me prometiste nada, he cooperado contigo durante todos los exámenes físicos y los resultados muestran que no tengo amnesia. Soy Sienna Newton, no Sharon Jeans. ¿No debería dejar de acosarme ahora?”.

Tan pronto como ella dijo esto, el atractivo rostro del hombre se volvió más frío en un instante. ¡Un aire gélido salió del cuerpo del hombre, y ella sintió un dolor agudo en la mandíbula cuando él la agarró!

Su apuesto rostro cincelado pero lleno de frialdad se acercó a ella. Sus delgados labios pronunciaron lentamente algunas palabras: “¿Dijiste que te estoy acosando?”.

“¿No lo estás?”. Ella se sintió nerviosa en su corazón cuando vio las pupilas oscuras que la miraban con frialdad, pero se mantuvo tranquila en el exterior.