Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 547

Sharon permaneció en silencio. Entendía perfectamente cómo se sentía Fern y por qué había llegado a tomar esas decisiones.

Quizás todo lo que Fern sentía por Eugene era odio en ese momento.

"¿De qué están hablando las dos?", preguntó Fern. Ella acababa de recoger los medicamentos de Rue y notó que ambas estaban enfrascadas en una conversación cuando regresó a la sala.

“Oh, Rue me pidió que te hiciera un frasco de perfume. Quiere que huelas bien todo el tiempo”, dijo Sharon. Ella no le contó sobre la última mitad de su conversación.

"No la escuches. No necesito algo así".

Sharon arqueó la ceja. "Eso no funcionará. Está bien si no usabas perfume en el pasado, pero ahora eres la embajadora de mi perfume. Necesitas usarlo. Te daré algunas botellas más tarde. Puedes pedirme más una vez que hayas terminado de usarlos", dijo.

"Esto... ¿No es inapropiado?", preguntó Fern torpemente.

"Necesitas usar mi perfume para ser considerada una embajadora calificada".

Fern no podía discutir con ella, por lo que no tuvo más remedio que aceptar la oferta de Sharon.

“Terminó la filmación del día, por lo que puedes acompañar a tu hija aquí. Recuerda llamarme si hay algún otro problema", dijo Sharon mientras se levantaba.

"Ya te hemos molestado lo suficiente hoy", dijo Fern. Continuó manteniendo una actitud cortés con Sharon, ya que no quería volverse demasiado cercano a ella.

"Ya somos amigas. No fue ningún problema", dijo Sharon, fijando una mirada profunda en Fern. Luego se despidió de Rue y abandonó la sala.

Sin embargo, Sharon no salió del hospital. Estaba esperando los resultados del chequeo de Rue.

Después de un rato, el médico le pidió que entrara a su oficina.

“Estos son los resultados del examen que solicitó. Según este informe, efectivamente hay un gen anormal en la niña. Si el padre de la niña tiene este gen, eso significa que debe haberlo heredado de su padre".

Los nervios de Sharon se tensaron mientras se paralizaba por la sorpresa.

Rue había heredado el gen de la locura de Eugene...