Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 553

Ceylon quería perseguirlos, pero los guardaespaldas de Simon le impidieron hacerlo.

......

Simon llevó a Sharon a la habitación presidencial y fue directamente al baño.

La bañera ya estaba llena de agua. ¡Él colocó a Sharon, quien estaba completamente borracha, en la bañera de inmediato!

El agua fría provocó que una conmoción recorriera el cuerpo de Sharon. Ella abrió los ojos de inmediato y se despertó.

Ella se encontró con la vista del rostro con expresión imperturbable de Simon una vez que abrió los ojos. Su mente se nubló por un tiempo.

“¿Quién... quién eres?”, preguntó ella. Ella reconocía ese rostro, pero no estaba segura de si era realmente él.

Simon clavó su mirada, que en ese momento se volvió sombría, en ella. Él sostuvo la barbilla de ella en su mano con fuerza y ​​se acercó un poco más a su rostro. “¿El agua no está lo suficientemente fría? ¿Aún no estás despierta?”, preguntó él.

Tan pronto como terminó de hablar, Sharon reaccionó al agua helada de inmediato. Se estremeció mientras la frialdad se filtraba de sus miembros a sus huesos.

Ella se levantó del agua helada por reflejo, ¡pero Simon la empujó de nuevo al agua sin piedad!

Sharon trató de levantarse de nuevo, pero él la empujó hacia abajo una vez más. ¡Ella estaba indignada después de que esto continuara por un tiempo!

“¡Simon Zachary! ¡¿Tienes la intención de asesinarme?!”.

Después de que ella gritó, Simon le habló en voz baja: “¡Ja, parece que puedes reconocerme ahora!”.

“¡Tú!”, gritó Sharon. Su respiración era un poco errática mientras que su rostro estaba tan blanco como una sábana debido al frío.

¡Qué hombre tan despreciable! ¡¿Cómo se atrevía a acosarla?!

Simon ignoró completamente los gritos de la mujer.

Cuando notó la fuerte postura depredadora del hombre, Sharon se dio cuenta de lo que planeaba. Ella estaba ansiosa y nerviosa a la vez.

Ella golpeó sus puños contra él mientras el pánico y la vergüenza se apoderaban de ella. “¡Simon Zachary! ¡Si te atreves a hacerme algo ahora mismo, nunca te perdonaré!”, gritó ella con enojo.

No sabía si era el efecto de sus palabras, pero Simon finalmente dejó de moverse. Él levantó la cabeza y fijó en ella su oscura mirada de obsidiana.

Él se rio de ella con una mirada burlona. “¿No fuiste a un hotel con tu propio profesor? No es necesario molestar a otro hombre. Puedes simplemente venir conmigo”, dijo él.

La cara de Sharon se sonrojó después de escuchar todas las cosas vulgares que él acababa de decir...