Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 564

Dentro de la habitación, Sharon miraba fijamente a los ojos del hombre.

‘¿No se hace amigo de mujeres?’.

‘¿Cómo puede decir tonterías como esta?’.

Incluso si ignoraban a las mujeres que lo rodeaban, ¿no tenía él ya a Xena a su alrededor?

Bien, incluso si esas mujeres no eran amigas, definitivamente no compartían una relación simple con él.

Incluso si Sharon no estuviera allí, tampoco le faltarían mujeres.

Cuando Sharon pensó en esto, su corazón no se sintió tan bien.

Se gritó a sí misma en secreto. ¿No tenía ningún respeto por sí misma?

Ella tosió levemente y dijo mientras fingía no sentirse afectada: “¿Perdiste tus recuerdos o eres estúpido? ¡Soy tu amiga!”.

Ella quería ver si él estaba fingiendo o de verdad se había olvidado.

Sin embargo, después de que ella dijo eso, la voz de un niño sonó desde la puerta: “Mami, tú eres la estúpida. Eres la mujer de papi y su esposa, no su amiga”. Sebastian apareció de repente.

Él caminó directamente a la cama y miró a su padre mientras decía: “Papi, soy tu hijo. No me olvidaste, ¿verdad?”.

Simon miró a su hijo, quien tenía una expresión seria en su rostro, antes de resoplar levemente.

Era obvio que aún recordaba a su hijo a juzgar por su reacción.

Sharon entrecerró los ojos. Él recordaba a su hijo, pero no a ella. ¿Quién le creería si dijera que no estaba fingiendo?

“Papi, ella es mi mami. ¿No te acuerdas de ella?”, preguntó Sebastian de nuevo.

Sharon frunció los labios con frialdad. ¿Él mentiría frente a su hijo?

Simon la miró y dijo suavemente: “¿Por qué debería recordar a una mujer que sigue insistiendo en que se ha olvidado de mí?”.

Cuando Sharon escuchó eso, sintió que se le encogía el corazón. Una mirada compleja apareció en sus ojos.

Él no perdió sus recuerdos, simplemente no quería recordarla.

Sharon miró a su hijo y luego a Simon, quien permanecía en silencio. Ella suspiró internamente y finalmente dijo: “Sí, me duele”.

En ese momento, Simon la miró sin pestañear. Sus ojos oscuros y agudos eran como hoyos profundos, y era como si fueran a tragársela entera si no tenía cuidado.

“Papi, ¿escuchaste eso? ¡Mami admitió que le duele el corazón por ti!”. Sebastian estaba incluso más emocionado que su padre. Él agarró la mano de Simon y la agitó sin parar.

Simon tenía algunas lesiones en el cuerpo y el niño no estaba midiendo su fuerza, por lo que tiró accidentalmente de las heridas de Simon.

Simon frunció el ceño al instante y dejó escapar un sonido. “Sss…”.

“¿Qué pasa? ¿Son tus heridas?”. La primera reacción de Sharon fue preocuparse por él. Ella luego dijo: “¡Voy a llamar al médico!”.

Cuando estaba a punto de darse la vuelta, Simon la agarró de la mano. Ella se volteó y vio los ojos sin fondo del hombre. Ella podía sentir que su corazón dio un vuelco.

Simon apretó lentamente su agarre en la mano de ella y la miró directamente a los ojos. Su voz era ronca y grave cuando preguntó: “¿No querías cortar los lazos conmigo? Si es así, ¿por qué estás tan preocupada por mí?”.

“No... no lo estoy”, lo negó Sharon inconscientemente.