Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 593

Sharon había probado muchas fórmulas, pero aún no podía descifrar la fórmula de su padre adoptivo para preparar “Appreshar”.

Ella había estado deprimida por eso durante los últimos días. ‘¿Qué ingredientes usó mi padre adoptivo? ¿Qué hace es tan especial a esta fragancia? Además, se mantiene durante tanto tiempo’.

Quería regresar a la casa de los Newton para echar un vistazo allí. Quizás podría encontrar algunas pistas en el dormitorio de su madre. Después de todo, logró encontrar el “Appreshar” en la habitación de su madre.

Era mediodía cuando regresó a la casa de los Newton. El Viejo Amo Newton estaba descansando, así que ella no lo molestó.

De hecho, no es como si estuviera muy emocionada por encontrarse con el anciano, de todos modos.

Como era la joven señorita de la familia Newton, podía entrar y salir de la casa cuando quisiera. Nadie la detendría.

Ella entró directamente al patio y se dirigió al Jardín Malvales, donde solían vivir sus padres.

En el pequeño camino de adoquines, de repente había algo blanco junto a las flores en el costado. Se escuchó un ladrido que la aterrorizó.

Esa cosita se abalanzó sobre ella y la hizo retroceder unos pasos. Casi perdió el equilibrio.

¡Wau! ¡Wau! ¡Wau!

Le tomó mucho esfuerzo quedarse quieta y fijar la mirada en la fuente de los ladridos. Era un pomeranio blanco y esponjoso que movía la cola mientras le ladraba a Sharon.

“¿De dónde saliste? ¿Dónde está tu dueño?".

¡Wau! ¡Wau! ¡Wau!

El perrito seguía moviendo la cola mientras le ladraba, como si le agradara Sharon. Estaba muy emocionado.

Sharon se puso en cuclillas, pero no se atrevió a acercarse demasiado. A pesar de que el perro se veía adorable y no era en lo absoluto agresivo, todavía no tenía idea de quién era su dueño.

‘Un obstinado y controlador anciano como él no podría tener un perro tan lindo como mascota, ¿verdad?’.

“Oye, perrito, ¿te ha perdido tu dueño? ¿Quieres que te ayude a buscar a tu dueño?".

¡Wau! ¡Wau! ¡Wau!

Pero estaba preocupada por su fórmula, así que no podía preocuparse mucho por eso. Ella comenzó a arrancar las enredaderas de inmediato y se dirigió hacia la pared.

“Perro estúpido, ¿dónde estás? ¡Sal ahora!".

¡Wau! ¡Wau! ¡Wau!

‘De verdad es atrevido, tiene las agallas para responderme. ¡Espera a que lo atrape! Ya verá’.

Sharon siguió caminando, y un pequeño chalet apareció de repente en su visión. Lo encontró extraño. '¿De quién es esta casa?'.

Echó un vistazo a los alrededores y se dio cuenta de que estaba desierto. Parecía que había pasado bastante tiempo desde que alguien había vivido en ese lugar. Árboles altísimos y hierba salvaje que le llegaba a la cintura rodeaban el chalet.

"¿Hay alguien aquí?", gritó en dirección a la casa, pero solo un silencio frío que dejaba a uno sintiéndose ansioso le respondió, junto con los ecos de su voz.

‘¿Por qué tengo la sensación de que me he metido en un lugar donde no debo estar?’.