Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 595

’¿Qué quiso decir con ‘su Sienna’?’.

"Sienna, eres mi preciosa hija. Sienna… mami te ha extrañado. Ya has crecido…”, dijo la mujer mientras se atragantaba. Se vieron lágrimas fluyendo por sus mejillas y sus manos aún tocaban el rostro de Sharon. Evidentemente, estaba desconsolada.

Sharon sintió que su corazón latía con fuerza. ‘Esta mujer... ¿De qué está hablando?’.

Miró a la mujer y, después de un breve momento, de repente volvió a la realidad. Su visión estaba un poco borrosa y casi no podía distinguir la apariencia de la mujer.

Contuvo la respiración y clavó los ojos en el rostro pálido y escuálido que tenía delante. ‘Esta mujer... ¿Es mi madre biológica?’.

En su mente, estaba comparando este rostro con el rostro de la foto de la boda de sus padres. El rostro frente a ella, naturalmente, no podía coincidir exactamente con el rostro de la foto de la boda, pero todavía había algunas similitudes innegables en el rostro de esta mujer.

Ella empujó a la mujer instintivamente. No podía creerlo. Miró a la mujer de nuevo con asombro. Ella preguntó con una voz levemente temblorosa: "Tú... ¿Quién eres?".

‘¿Cómo puede esta mujer ser mi madre?’.

‘¿No dijo Germaine que mi madre había desaparecido?’. No creyó las palabras de esta mujer, porque ya le había preguntado a Eugene anteriormente y él dijo que su madre fue enviada al extranjero para recibir tratamiento.

‘Por lo tanto, ¿cómo es posible que esté encerrada en este pequeño chalet abandonado en la casa de los Newton?’.

"Sienna, soy tu madre... ¿No me reconoces?". Autumn miró a su hija con una expresión triste. Luego agregó: "¿O me culpas y no estás dispuesta a perdonarme?".

Autumn quería acercarse, pero Sharon estaba dando un paso atrás.

En ese momento, Sharon estaba muy confundida. ¡No podía decidirse a aceptar de repente a una mujer que aparecía de la nada y afirmaba ser su madre!

“Sienna, todo es mi culpa. No debería haberte abandonado. Lo lamenté. Siempre he tenido el corazón roto por eso y seguí culpándome. ¿Puedes... perdonarme?".

"Tú... quédate quieta y no te acerques a mí". Sharon estaba frustrada y quería calmarse.

Sin embargo, Autumn, que extrañaba a su hija, solo quería abrazar a Sharon. Ella seguía acercándose poco a poco a ella. “Sienna, déjame abrazarte. Déjame echarte un vistazo".

‘¿Pensé que mi madre se había vuelto loca?’.

Sharon levantó los ojos y miró directamente a Eugene. En lugar de responderle, ella preguntó: "Eugene, ¿sabes quién es esta mujer?".

Eugene miró a la mujer de vestido blanco, que estaba parada no muy lejos. Luego apretó los labios y permaneció en silencio.

Sharon sonrió de repente con frialdad. “Je… lo sabes. Tú sabes quien es ella. También sabías que ella estaba aquí, ¿verdad? ¡¿Entonces por qué me mentiste?! ¡¿Por qué me dijiste que la enviaron al extranjero para recibir tratamiento?!".

"Sienna…".

"¡Ella es nuestra madre, ¿no es así?!". Sharon no quería escuchar de otra cosa. Ella solo quería que él le diera una respuesta precisa.

El rostro de Eugene estaba tenso. Fue como si sus ojos brillaran por un momento muy breve. Abrió las manos que estaban al lado de su cuerpo y las apretó con fuerza.

Después de guardar silencio durante unos segundos, él dijo: "Sí...".

Tan pronto escuchó esta respuesta, Sharon sintió que su cabeza se volvió ligera...