Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 695

"Pero…".

"¿No entiendes lo que acabo de decir?". Simon frunció el ceño y no le dio a la mujer la oportunidad de negociar con él.

Las uñas de Xena estaban enterradas profundamente en sus palmas. ‘No tiene ninguna prueba, pero ¿me está echando solo porque sospecha de mí? ¿Acaso Sharon ocupa un lugar tan importante en su corazón?’.

Después de trabajar al lado de Simon durante tanto tiempo, ella ya conocía bien su temperamento. Sabía que él no escucharía a nadie más una vez que tomara una decisión. Suplicar era inútil.

Sintiéndose agraviada, Xena se secó las lágrimas. "Lo entiendo. Regresaré y entregaré mi carta de renuncia". Ella volvió a tener su habitual mirada obediente y madura, excepto que sus ojos estaban llenos de odio.

“Vete”, le indicó Simon sin ninguna emoción.

Xena se obligó a esbozar una sonrisa y recogió los documentos del escritorio en silencio antes de girarse obedientemente para irse.

Cuando estaba a punto de salir del estudio, ella no pudo evitar darse la vuelta y decir una última cosa: "Simon, lo creas o no, realmente no empujé a Sharon". Después de decirlo, ella hizo una reverencia ante él y actuó de manera educada.

Si hubiera otras personas en ese lugar, pensarían que ella daba mucha lástima y que había sufrido una gran injusticia.

Sin embargo, Simon todavía mostraba un rostro inexpresivo.

Xena salió, y su expresión de agravio se desvaneció por completo. Cuando no había nadie cerca para verla, mostró de inmediato una mirada exasperada. ¿Cómo iba a seguir mostrando una mirada obediente e inocente en un momento como ese?

'¡Maldita sea! Pensé que podría deshacerme de Sharon. No esperaba meterme en problemas. Ahora me veo obligada a dejar su lado’.

‘Pero está bien. Todavía tengo la vergonzosa información de la enfermedad de Sharon. ¡Solo necesito contarle a Penelope sobre la enfermedad mental de Sharon! ¡Cuando lo haga, ella podrá olvidarse de estar junto a Simon!’.

Sharon se levantó después de dormir todo el día y la noche. Su garganta estaba demasiado seca.

Al abrir los ojos, escuchó el sonido de las olas. Ella todavía estaba en la pequeña isla.