Resumo de Capítulo 749 – Ten cuidado, mi papá CEO por Internet
Em Capítulo 749, um capítulo marcante do aclamado romance de Amor Ten cuidado, mi papá CEO, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Ten cuidado, mi papá CEO.
A Eugene le dolió el corazón cuando vio a Sharon llorar. La ayudó a secarse las lágrimas a toda prisa. "No llores. No vale la pena llorar por un hombre así. No te preocupes. ¡Te ayudaré a darle una lección!", le dijo a ella.
“Hermano…”, dijo ella. Sin embargo, no pudo reprimir el dolor en su corazón. Sus lágrimas continuaron cayendo. "Hermano, ¿acaso me dijo que quería casarse conmigo solo para vengarse de mí?", preguntó con voz ahogada. ¿La había abandonado y se casó con otra persona el día de su boda solo para que ella se convirtiera en el mayor hazmerreír frente a todos?
El corazón de Eugene dolió aún más cuando vio los ojos y nariz enrojecidos de su hermana. ¡Estaba maldiciendo a Simon Zachary dentro de sí!
Miró a Xena de manera fulminante. ¿Cómo pudo decirle algo así a Sharon?
Xena pensó que ella era inocente en este asunto. Sharon la había agarrado antes de que pudiera decirle alguna palabra a modo de venganza. Casi había salido lastimada por culpa de Sharon.
Eugene frunció los labios sin decir nada. Sharon se secó todas las lágrimas de su rostro y dijo: “Quiero verlo. ¡Tráelo aquí!".
"¿Ahora?", preguntó Eugene. Él no quería que se encontraran.
"¡Sí, quiero verlo ahora!", dijo Sharon en un tono determinado. Respiró hondo y dijo: "Si él no está dispuesto a verme, lo buscaré yo misma". ¡Tenía que ver a Simon ese mismo día!
"Está bien, iré a buscarlo...". Eugene suspiró exasperado. Este problema tendría que resolverse eventualmente.
Xena tampoco podía seguir quedándose allí. Ella dijo: "Te ayudaré a buscarlo". Luego tomó su bolso y salió de la habitación.
Simon escuchó que Sharon quería verlo. Sus cejas bien definidas se fruncieron. Miró a Xena y preguntó: “¿Por qué pregunta por mí? ¿Acaso la visitaste?”.
Xena admiraba la capacidad del hombre para descubrir lo ocurrido de inmediato. Ella bajó la cabeza y fingió una expresión asustada y culpable. “Yo... yo solo quería verla. No esperaba que ella se diera cuenta del anillo de bodas en mi dedo. Ella me obligó a… no tuve más remedio que contarle sobre nuestro matrimonio”, dijo.
La expresión de Simon se ensombreció inmediatamente cuando escuchó sus palabras. Él fijó una mirada gélida en ella y le preguntó: "¿Fuiste solo a visitarla o a presumirle tu anillo de bodas?".
Eugene estaba a un lado de ella. Tampoco trató a Simon con amabilidad. “Te llamamos para que le dieras una explicación a Sharon. Estás aquí para decirle a Shar por qué te casaste con otra persona. Deja todo claro. ¡Si la lastimas con tus palabras, te haré pagar por ello!", exclamó él.
Le estaba advirtiendo a Simon que no le dijera a Sharon que lo hizo por venganza para no herirla demasiado.
Sharon habló antes de que Simon pudiera responder: “Hermano, deberías salir. Quiero hablar con él en privado”, dijo. Por el tono de su voz, sonaba como si se hubiera calmado por completo.
"Shar...", murmuró Eugene. Él estaba preocupado. ¿Cómo podía dejar que ella se enfrentara a Simon por su cuenta?
"Está bien, hermano. Estoy bien ahora", dijo ella. Estaba segura de que podría manejarlo. Después de todo, no era la primera vez que experimentaba algo como esto.
Eugene se rehusó por un momento, pero cedió después de un momento de silencio. “Está bien, ustedes deberían hablar. Estaré parado afuera. Solo llámame si sucede algo", dijo.
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