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A Eugene le dolió el corazón cuando vio a Sharon llorar. La ayudó a secarse las lágrimas a toda prisa. "No llores. No vale la pena llorar por un hombre así. No te preocupes. ¡Te ayudaré a darle una lección!", le dijo a ella.
“Hermano…”, dijo ella. Sin embargo, no pudo reprimir el dolor en su corazón. Sus lágrimas continuaron cayendo. "Hermano, ¿acaso me dijo que quería casarse conmigo solo para vengarse de mí?", preguntó con voz ahogada. ¿La había abandonado y se casó con otra persona el día de su boda solo para que ella se convirtiera en el mayor hazmerreír frente a todos?
El corazón de Eugene dolió aún más cuando vio los ojos y nariz enrojecidos de su hermana. ¡Estaba maldiciendo a Simon Zachary dentro de sí!
Miró a Xena de manera fulminante. ¿Cómo pudo decirle algo así a Sharon?
Xena pensó que ella era inocente en este asunto. Sharon la había agarrado antes de que pudiera decirle alguna palabra a modo de venganza. Casi había salido lastimada por culpa de Sharon.
Eugene frunció los labios sin decir nada. Sharon se secó todas las lágrimas de su rostro y dijo: “Quiero verlo. ¡Tráelo aquí!".
"¿Ahora?", preguntó Eugene. Él no quería que se encontraran.
"¡Sí, quiero verlo ahora!", dijo Sharon en un tono determinado. Respiró hondo y dijo: "Si él no está dispuesto a verme, lo buscaré yo misma". ¡Tenía que ver a Simon ese mismo día!
"Está bien, iré a buscarlo...". Eugene suspiró exasperado. Este problema tendría que resolverse eventualmente.
Xena tampoco podía seguir quedándose allí. Ella dijo: "Te ayudaré a buscarlo". Luego tomó su bolso y salió de la habitación.
Simon escuchó que Sharon quería verlo. Sus cejas bien definidas se fruncieron. Miró a Xena y preguntó: “¿Por qué pregunta por mí? ¿Acaso la visitaste?”.
Xena admiraba la capacidad del hombre para descubrir lo ocurrido de inmediato. Ella bajó la cabeza y fingió una expresión asustada y culpable. “Yo... yo solo quería verla. No esperaba que ella se diera cuenta del anillo de bodas en mi dedo. Ella me obligó a… no tuve más remedio que contarle sobre nuestro matrimonio”, dijo.
La expresión de Simon se ensombreció inmediatamente cuando escuchó sus palabras. Él fijó una mirada gélida en ella y le preguntó: "¿Fuiste solo a visitarla o a presumirle tu anillo de bodas?".
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