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Simon tenía una mirada crítica y dijo con frialdad: "Si otra vez te atreves a ponerle un dedo encima de mi hijo, no me culpes por no haberte advertido antes". Él soltó la mano de su sobrino después de decírselo.
Howard se tambaleó dos pasos antes de que lograra recuperarse. Todo su brazo se sentía entumecido, y simplemente estaba colgado a un lado de su cuerpo sin poder hacer nada mientras seguía temblando. Él no esperaba que su tío le castigara de esa forma sólo para defender a Sharon y a Sebastian.
Sally se levantó de inmediato para ayudar a Howard y se sintió desamparada. "¿Estás bien, Howard?".
Había una llama de rabia en el pecho de Howard. Él miró a Sharon con furia. Luego, le dijo a su esposa que estaba a su lado: "Vámonos".
Sally no se sentía satisfecha, pero ya que Simon había regresado, ella no podía hacerle nada a Sharon. Ella apretó los puños y entró en la casa con Howard.
"Papá, de verdad no la empujé. Solo golpeé al malo que acosó a mamá". Sebastian se lo explicó a su padre una vez más con una mirada muy inocente.
Simon se veía tranquilo. "Te creo, pero de ahora en adelante, no actúes de manera imprudente".
"Solo estoy tratando de proteger a mami. ¡No permitiré que nadie moleste a ella!". El pequeño adoptó una postura firme.
"Tienes razón en lo de protegerla, es un gesto de un caballero, pero con la condición de que tú también debas saber cómo protegerte". Aunque Simon apoyaba las acciones de Sebastian, tampoco se olvidó de educarle.
Sharon también agregó: "Lo que dijo tu padre es cierto. Si no puedes protegerte, tampoco puedes proteger a los demás. De lo contrario, harás que me preocupe por ti".
Hacía un momento, si no fuera porque Simon regresó, Howard le habría dado una bofetada al niño.
Sebastian comprendió. Él sostuvo la mano de su madre y dijo en tono de disculpa: "Lo siento, mami. Te hice preocupar por mí. Por favor, no te enojes".
Sharon acarició la cabeza de su hijo. "Siempre y cuando estés bien, entonces no me enojaré. Sin embargo, deberás recordar esta lección, ¿entendido?".
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