Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 764

Sharon estaba indignada con Simon después de escuchar lo que su hijo le había dicho.

Él le dijo algo así a Sebastian justo después de obtener su certificado de matrimonio con Xena. Si él realmente tuviera un hijo con Xena en el futuro, Sebastian habría sufrido en la casa de los Zachary.

Ella pensó que su hijo había tomado la decisión correcta al romper los lazos entre él y su padre.

Después de que se recuperara, ella obtendría la custodia de su hijo.

Como la Joven Señorita de la familia Newton, ella tenía su propia profesión y era capaz de mantener a su hijo. Ella ya no era la Sharon Jeans que no tenía nada en el pasado.

¡Ya tenía la capacidad de luchar por la custodia de Sebastian!

Sharon estaba de mejor humor gracias a la compañía de su hijo. Ella dejó de pensar en todo lo que Simon le había hecho.

Eugene también se sintió mucho mejor al ver que ella se estaba recuperando gradualmente.

Él continuó quedándose con ella en casa de Howard. Sin embargo, necesitaba encargarse de algunos asuntos comerciales en esos pocos días. Después de todo, era una parte indispensable de la familia Newton.

Sharon sabía que él tenía que cuidarla y trabajar al mismo tiempo. Esto también significaba que él no tenía mucho tiempo para reunirse con Rue y Fern.

Ella se sentía mal por eso, así que no podía retenerlo más.

Howard regresó a la villa durante el atardecer de ese día.

La cuidadora le dijo que Sharon estaba en el jardín, así que Howard se dirigió allí de inmediato.

Desde la distancia, él notó una figura delicada sentada en el columpio del jardín. Ella se estaba balanceando suavemente de un lado a otro mientras los rayos del sol la iluminaban, proyectando un brillo dorado sobre ella.

Él estaba cautivado por la vista que tenía ante él. Se sintió como si hubiera regresado a sus días universitarios. Cuando comenzaron a salir, ella era tan gentil y delicada como lo era en ese momento.

Después de su matrimonio fallido, él se dio cuenta de que ella seguía siendo la persona que más apreciaba.

Por lo tanto, no había forma de que la dejara ir esta vez.