Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 767

Sharon se sorprendió cuando escuchó esa voz.

Ella se paró de espaldas a él. Aunque sabía quién era, su voz le resultaba familiar y distante al mismo tiempo.

Solo habían pasado unos 20 días desde la última vez que se vieron...

Ella estaba bastante sorprendida. ¿Por qué recordaba la cantidad de días que no se habían visto?

“¿Tío? ¿Por qué... por qué estás aquí?”, preguntó Howard mientras fingía que acababa de notar su llegada. Sharon le ofreció una mano mientras él luchaba por levantarse.

Había una expresión fría en el rostro de ella. Ella ignoró por completo al hombre que estaba detrás suyo.

Sin embargo, ella no sabía que cuanto más deliberadamente lo ignoraba, más obvio era para todos.

Simon tenía una expresión helada en su rostro. Él clavó una mirada aguda y gélida en ambos.

“Yo debería ser el que te esté haciendo esa pregunta. ¿Por qué estás aquí?”, preguntó Simon. Él estaba actuando como si fuera muy cercano a Sharon. ¿Tenía… la intención de volver con ella?

Howard detectó la mirada fría dirigida a él. Fingió no saber nada y se encontró con la mirada de su tío. “Estoy aquí para ayudar a Shar”, respondió él con indiferencia.

¿Shar?

La mirada de Simon se ensombreció cuando escuchó la forma en que Howard se dirigía a Sharon. ¿Se habían vuelto muy cercanos?

Basado en sus palabras, parecía que habían estado en contacto entre sí frecuentemente...

La expresión de Simon se torció por la risa. Él fijó una mirada aguda y fría en Howard.

“Si estás bien, volveré a trabajar ahora”, le dijo Sharon a Howard.

Tan pronto como terminó de hablar, ella se levantó y siguió cargando las cajas de flores. De repente, una fuerza se apoderó de su muñeca y la agarró con fuerza. Iba acompañado de una familiar sensación de calidez.

Ella se sorprendió. Era como si le hubieran electrocutado. Ella le apartó la mano por reflejo.

Sharon reprimió su creciente rabia, se dio la vuelta y lo miró con furia. “¿Qué diablos quieres?”, le preguntó ella con frialdad. Ella se preguntaba si realmente quería ver a su hijo.

Vestido con un traje personalizado, su postura era recta como una varilla, mientras que sus atractivos rasgos faciales eran rígidos y fríos. Su mirada, que estaba fija en ella, no vaciló en lo más mínimo. “Solo quiero ver a mi hijo. ¿Por qué no me llevas con él?”, preguntó Simon.

Sharon casi estalla de ira. Él estaba siendo demasiado altivo en ese momento. ¿Cómo se atrevía a pedirle que lo llevara?

No... Basado en sus acciones, ¡parecía que él quería forzarla!

¡Ella no estaba de acuerdo con esto! ¡De ninguna manera!

¡Ella no cedería a sus peticiones, especialmente a aquellas sin sentido como esa!

“Tío, no puedes forzar a Shar así”, dijo Howard para defenderla.

“¡Esto no es de tu incumbencia!”, gritó Simon de repente con voz grave mientras emitía un aura helada aterradora.