Leia Capítulo 769 do romance Ten cuidado, mi papá CEO aqui. A série Ten cuidado, mi papá CEO, do gênero romances chineses, foi atualizada para Capítulo 769. Leia o romance completo em booktrk.com.
Pesquisas relacionadas a Capítulo 769:
Ten cuidado, mi papá CEO Capítulo 769
Capítulo 769
La sonrisa de Xena se congeló cuando escuchó lo que dijo Sebastian. Su rostro se sonrojó de ira. Ella estaba tan furiosa que quería arremeter contra él, pero se limitó a respirar hondo y mantuvo la compostura.
Ella dijo en un tono herido: “Sebastian, ¿cómo puedes decir algo así? Te cuidé en el pasado. ¿No deberías ser más educado conmigo?”.
Sebastian le dio la espalda. “¿Quién eres? No te conozco”, dijo él, ignorando por completo la relación pasada que tenían.
“Tú...”. Ese mocoso había hecho enojar por completo a Xena. Si Simon no estuviera a su lado, ella le habría dado una paliza. ¡Los niños traviesos como él se merecían una buena paliza!
¡Él era tan descarado como su madre!
Xena miró a Sharon y pensó en algo de repente. Ella se acercó un poco más al hombro de Simon y se inclinó sobre él. “¡Qué travieso! Aunque me he casado con tu padre, no puedes actuar como si no me conocieras. Sé que no estás dispuesto a reconocer mi posición en la familia, pero ahora de verdad soy tu madrastra”, le dijo a Sebastian con voz coqueta.
Xena miró deliberadamente a Sharon después de hablar. Ella se rio entre dientes cuando notó que la expresión de Sharon había empeorado.
Sharon notó la sonrisa en el rostro de Xena. Ella parecía frágil e inocente, pero ¿no estaba diciendo todo esto solo para hacerla enojar?
Xena no sonrió por mucho tiempo. Sebastian le escupió y la regañó: “¡Eres realmente una descarada! Él ya no es mi padre, ¿y aun así, te atreves a decir que eres mi madrastra?”.
La sonrisa de Xena se congeló una vez más. Le pareció más despreciable cuando Howard, quien estaba junto a ellos, ¡se echó a reír!
Ella miró a Howard con furia instintivamente. ¿Cómo se atrevía a reírse de ella?
Independientemente de todo, ¡ella se había convertido en su tía! ¡Ella era su mayor!
“Simon, solo míralo. ¿Escuchaste lo que me dijo?”, preguntó Xena. Ella solo podía quejarse de manera lastimosa con el hombre impasible que estaba a su lado.
Sin embargo, Simon ni siquiera le echó una mirada. “¿Por qué lo ofendiste?”, preguntó él con voz fría.
¿Él no la estaba ayudando?
Xena se sintió completamente agraviada y sus ojos se enrojecieron de inmediato. Las lágrimas se deslizaron por su rostro mientras gritaba: “Sí, todo es mi culpa...”.
Simon la miró con impaciencia. Él encontraba a las mujeres que lloraban todo el tiempo insufribles. “¿Por qué estás llorando?”, preguntó él en un tono desagradable. Sin embargo, él extendió la mano para secarle las lágrimas.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Ten cuidado, mi papá CEO