Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 771

“¡Ja, ja, me encanta lo directo que eres!”. William se rio a carcajadas. Luego se dio la vuelta para fijar su mirada en Xena.

“Señorita Amy, ¿por qué siento que se ha puesto más bonita?”, preguntó él mientras entrecerraba los ojos y le daba una mirada.

Su mirada hizo que Xena se sintiera avergonzada. ¡Él estaba siendo demasiado imprudente!

Con una expresión gélida en su rostro, ella dijo: “Por favor, no me llames señorita Amy a partir de hoy. Ya no soy una secretaria, ahora soy la esposa de Simon. Por favor, llámeme señora Zachary”.

“¿Qué? ¿Señora Zachary? Ja, ja, ja…”. William se echó a reír. Él la señaló y dijo: “¿Me tomas por un niño de tres años? Tu broma es bastante divertida”.

El rostro de Xena se sonrojó de un rojo intenso mientras decía: “No estoy bromeando, estoy diciendo la verdad. Obtuvimos un certificado de matrimonio. ¡Somos marido y mujer!”.

La sonrisa de William se desvaneció y su ceño se frunció. Había una expresión de incredulidad en su rostro.

“Presidente Zachary, ¿ustedes de verdad se han casado?”.

Simon permaneció impasible. “Sí”, dijo él. Él simplemente balbuceó esto en respuesta como un reconocimiento oficial del estatus de Xena.

William estaba completamente estupefacto. “Ustedes… ustedes… ¿Cuándo sucedió esto? ¿Por qué no lo sabía?”, preguntó él.

Xena aún estaba enojada por este asunto. Su ceremonia de boda no se había revelado al público, así que nadie sabía que ella era la señora Zachary.

Un certificado de matrimonio por sí solo era inútil.

Sin embargo, basado en la actitud de Simon, parecía que no tenía la intención de revelar su identidad al público en general.

“¿No lo sabes ahora?”, preguntó Xena con irritación mientras miraba al hombre con expresión fría. Él no se atrevería a perseguirla nunca más en el futuro.

William arqueó la ceja y dijo: “El matrimonio es un asunto importante, pero el presidente Zachary ni siquiera lo mencionó en lo más mínimo. Parece que no eres tan importante para él”.

“Tú... ¿De qué tonterías estás hablando?”, preguntó Xena con enojo.

Simon no estaba allí para escucharlos discutir. “¿Vamos a discutir la transacción del terreno o no? Si no tiene la intención de llevar a cabo la discusión, me voy”, dijo él con frialdad.

Xena le ordenó a una sirvienta que le trajera un incensario. Después de encenderlo, ella colocó unas gotas del líquido del vial en el quemador de incienso.

Una vez que Simon terminara con su discusión de negocios, él entraría a la habitación y olería la fragancia...

Xena se sonrojó mientras seguía pensando en eso.

Ya era tarde en la noche cuando Xena finalmente escuchó que se abría la puerta. Ella luego escuchó el sonido de pasos entrando en la habitación.

“No enciendas las luces...”, le dijo ella a la persona que había entrado en la habitación. Ella estaba acostada en la cama con las luces apagadas.

Ella pensó que la persona que había entrado en la habitación era Simon. Ella le explicó: “Estoy un poco mareada. Creo que estoy un poco borracha después de beber demasiado esta noche. Quiero descansar. Deberías ducharte primero”.

La persona que había entrado en la habitación permaneció en silencio. Ella pensó que él estaba descontento y no la escucharía. Sin embargo, al momento siguiente, lo escuchó caminar hacia el baño.

Ella sonrió con suficiencia en la oscuridad. Esa noche sería divertida.