Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 816

En este día, Autumn tuvo que hacerse una revisión rutinaria con un médico, así que tanto Sharon como Eugene fueron al Jardín Bambú.

Quizás era porque Sharon había vuelto a menudo para hacerle compañía a Autumn y hacer perfumes con ella, por lo que el estado mental de su madre era mucho más estable que antes.

Hoy en día, ella estaba menos agitada cuando el médico le hacía una revisión.

“Ustedes dos pueden estar tranquilas. A juzgar por los resultados del examen, la señora se está recuperando incluso mejor que antes. Siempre y cuando ella permanezca en este estado, tengo todas las razones para creer que seguirá mejorando cada vez más. Quizás pronto sea como cualquier otra persona común”, dijo el médico.

Sharon y Eugene naturalmente estaban felices de escuchar esto. Si su madre pudiera recuperarse, eso significaría que no tendría que quedarse encerrada en el Jardín Bambú.

“Kelly, puedes ir y acompañar al médico hasta afuera. Nos quedaremos aquí y haremos compañía a nuestra madre por un tiempo”, le dijo Eugene al ama de llaves.

Sharon regresó a la casa y su madre inmediatamente la tomó de la mano, diciendo: “Sienna, hoy me acordé de otra fórmula de perfume que tu padre había hecho antes. ¿Qué tal si tú y yo lo desarrollamos juntas?”.

“¿De verdad? Eso suena genial. Te echaré una mano”. Sharon también se dio cuenta de que la memoria de su madre había mejorado mucho.

Eugene frunció los labios al presenciar esto. Parecía que la madre y la hija se estaban curando la una a la otra.

Cuando Sharon se quedó con su madre, ya no estaba tan concentrada en Simon. Eugene realmente esperaba que ella pudiera olvidarlo, pero también entendió que esto no era fácil.

Su teléfono empezó a sonar en ese momento. Él echó un vistazo a su teléfono antes de darse la vuelta para aceptar la llamada.

“¿Aló?”.

“Presidente Eugene, la pequeña señorita se enfermó. ¡Por favor vuelva a casa rápido!”. Él escuchó la voz de la tía Yolanda que venía de la otra línea. La tía Yolanda era la niñera de Rue.

“¿Qué? ¿Rue está enferma? ¿Qué le pasó?”.

“La pequeña señorita no se veía bien cuando llegó a casa de la escuela. Cuando le toqué la frente, descubrí que tenía un poco de fiebre, así que le di un poco de Tylenol. Ahora está descansando en su habitación, así que por fin tuve tiempo de llamarte”.

“Está bien, entendido. Regresaré ahora mismo...”. Justo cuando estaba a punto de colgar la llamada, él inesperadamente pensó en otra cosa y preguntó: “¿Dónde está la Señora?”. La señora a la que se refería era Fern.

“Ya no tiene fiebre, pero aún se siente algo mal”.

Eugene estaba lleno de preocupación y fue a entrar a su habitación, solo para ver a Rue con un parche refrescante en la frente. Ella estaba acostada en su escritorio, aún insistiendo en hacer su tarea incluso cuando no se sentía bien.

Desde que trajo a la madre y la hija aquí y vivió con ellas por un tiempo, él había aprendido que Rue era una chica muy sensata y cariñosa.

A veces, la niña era demasiado sensata para no sentir nada más que dolor por ella. Al igual que en este momento cuando Eugene entró y la vio haciendo la tarea cuando estaba enferma. Él de repente sintió una punzada en su corazón.

“Rue, ¿por qué no estás descansando? ¿Cómo puedes estar haciendo la tarea ahora mismo?”. Eugene se acercó y se inclinó para hablar con ella.

“¡Has vuelto, papi!”. Los ojos de Rue se iluminaron cuando lo vio. Luego, ella respondió con una cara severa: “Mami siempre decía que uno tiene que terminar su trabajo el mismo día, así que yo no puedo abandonar mi tarea”.

Los ojos de Eugene se oscurecieron cuando escuchó esto. Fern era en efecto muy buena educando a su hija, pero ¡¿por qué estaba filmando comerciales cuando su hija estaba enferma?!