Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 818

Eugene tenía una mirada hosca en su rostro y estaba a punto de sacar a Fern del estudio. Sin embargo, alguien lo detuvo inevitablemente.

El director se acercó a ellos y rápidamente reconoció a Eugene. Él dijo cortésmente: “Oh, es el Presidente Eugene de la familia Newton. ¿La Señorita Fern Thompson le ha ofendido de alguna manera? ¿A dónde la llevas?”.

Los ojos de Eugene eran fríos y afilados como un cuchillo. Él lanzó su mirada al director, enviando escalofríos por la columna vertebral del hombre.

“¡Ella no va a filmar este comercial!”. Tan pronto como abrió la boca, él rechazó el acuerdo de patrocinio para ella.

Si él hubiera sabido que ella aceptaría este tipo de trabajos, ciertamente lo habría rechazado.

“¿No va filmar el comercial? ¿Por qué?”. El director lucía desconcertado.

Fern estaba aún más desconcertada por esto. ¿Por qué vino tan de repente solo para entrometerse en su trabajo? ¿Lo había ofendido de alguna manera?

“¿Quién tomó esa decisión? ¡Suelta mi mano!”. Ella trató de apartar la mano del hombre, pero él ejerció aún más fuerza en su agarre.

Eugene volteó la cabeza para mirarla fijamente con frialdad. No había nada más que escalofríos en su rostro mientras decía: “¡Yo lo decidí! ¡No te permitiré filmar un comercial tan explícito!”.

Fern lo miró fijamente con sorpresa. Era solo un anuncio de ropa interior y era algo muy normal. ¿Por qué sonó vergonzoso después de que él lo enfatizó de esa manera?

Ella encontraba esta situación ridícula. Ella nunca supo que él fuera un hombre tan conservador antes de esto.

“Este es mi trabajo. No creo que tengas derecho a interferir aquí”.

Él la tenía lo suficientemente controlada hoy en día. Ella se vio obligada a vivir con él, e incluso su hija se vio obligada a reconocerlo como su padre. Ahora, ¿incluso estaba tratando de entrometerse en su trabajo también?

De todos modos, él había estado en contra de su decisión de ingresar a la industria del entretenimiento desde el principio.

“¿Trabajo?”. Eugene la miró con los ojos entrecerrados y regañó con frialdad: “¿Ni siquiera te importa que nuestra hija esté enferma en este momento? ¿Prefieres exponer tu piel y tomar fotos aquí? ¿Qué clase de trabajo de m*erda es este?”.