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Eugene pensó que había sido relativamente tolerante y amable al dejarla filmar y aceptar comerciales. Aun así, todavía había límites a su tolerancia.
Él tampoco era un hombre tan tradicional y conservador, pero simplemente no podía soportarlo. ¿Por qué diablos ella estaba posando frente a tanta gente con solo su sostén?
Además, las fotos de la ropa interior que estaba tomando esta vez circularían en el mercado en el futuro. Entonces, más personas tendrían acceso a ellos. Él se puso furioso con solo pensar en esto.
Él no podía soportar que otras personas se asombraran de su belleza. ¡Todo en ella le pertenecía solo a él!
Fern inmediatamente dejó de moverse cuando escuchó que el hombre la llamaba ‘Fernie’. Ella lo miró fijamente durante mucho tiempo sin hacer el menor movimiento.
La forma en que la había llamado hace un momento era como cuando estaban saliendo en la universidad.
En ese entonces, ella solo había pensado que su voz era baja y magnética. Cada vez que la llamaba ‘Fernie’, ella inconscientemente se volvía tímida.
Fern estuvo desorientada por un corto tiempo, pero pronto recuperó sus sentidos. Luego, sus ojos se volvieron fríos de nuevo. “No soy tu mujer. ¡Estamos simplemente fingiendo ser un par de padres armoniosos frente a nuestra hija!”.
Si no hubiera sido por Rue, ella nunca habría estado tan dispuesta a vivir con él.
El hermoso rostro de Eugene se volvió más sombrío. Él le pellizcó la barbilla con sus dedos largos y dijo: “Intenta repetir tus palabras. ¿No eres mi qué?”.
Fern estaba indignada. Solo porque descubrió que Rue era su hija, él insistió en acogerlos como su familia. ¿Por qué obtuvo el derecho a decidir cuándo deberían romper y volver a estar juntos?
“¡No soy tu mujer! ¡No hay nada entre tú y yo! ¡¿Cuántas veces quieres que lo repita?!”. Ella también era una persona terca y se negaba a ceder mientras lo miraba directamente a los ojos.
Al momento siguiente, ¡la gran palma del hombre agarró la parte posterior de la cabeza de ella y bajó la cabeza para darle un fuerte beso en los labios!
La mente de Fern se quedó vacía por un momento. Ella no volvió a sus sentidos hasta que sintió una sensación de hormigueo en sus labios.
“Mmm… ¡Suéltame! Desgraciado…”. ¡Maldita sea! ¡La estaba acosando de nuevo!
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