Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 83

"No te preocupes. Con el abuelo cerca, me aseguraré de que recibas tu justicia". Douglas le dio una palmada en el hombro a Sebastian.

Simon marcó el número.

Sally no pudo evitar temblar. La expresión falsa desapareció de su rostro, haciendo que su cara sólo estaba llena de miedo y preocupación. Ella se sintió asustada y nerviosa. Ella se había asegurado de comprobarlo en ese entonces. No había cámaras de vigilancia en la sala de estar. Ella quemó a Sebastian con tanto cuidado, pero no esperaba...

Howard pudo sentir su miedo y las dudas comenzaron a surgir en su corazón. ¿Ella de verdad podría haberlo hecho?

Varios pensamientos pasaron por su mente antes de tomar una decisión. No importaba si ella realmente lo hubiera hecho o no, él tenía que protegerla. Si ella se metía en graves problemas, él estaría con ella de todos modos.

"Sally, ¿por qué te ves tan mal? ¿Te sientes mal de nuevo? ¿Por qué no te llevo a casa a descansar primero?". Howard quería llevársela fuera de aquí.

Douglas inmediatamente gritó: "¡Alto ahí! ¡Nadie puede salir de esta habitación hasta que las cosas estén claras!".

"Abuelo, Sally aún no se ha recuperado". Howard insistió en intentar escapar.

Douglas lo interrumpió: "Es solo por un momento. No tomará mucho tiempo. Ella no puede estar tan mal justamente en este momento, ¿verdad?".

Howard no tenía forma de refutar eso cuando lo decía así.

Sin embargo, Sally estaba desesperada por irse de inmediato. Su rostro palideció y gritó de dolor: "Howard, me duele el vientre de repente. ¿Puedes llevarme a casa primero?".

"Si de verdad te sientes incómoda, estamos en un hospital. Sería mejor llamar al médico de una vez, en vez de ir a casa". Sharon no pudo soportar más la actuación de Sally y le dijo al mayordomo: "Por favor, dile al médico que venga aquí".

"Sí, Señora". El mayordomo se volteó y salió.

Ella conocía muy bien a su hijo. Él siempre había sido un chico fuerte. Si el dolor fuera soportable, él no habría llorado tanto. Mientras ella veía llorar a su hijo, las lágrimas de Sharon cayeron en silencio mientras su corazón sentía mucho dolor.

En unos pocos pasos, ella agarró a Sally del brazo, le subió las mangas y vio las marcas de dientes de Sebastian en su muñeca.

Todavía había lágrimas en los ojos de Sharon, pero miró a Sally con ira y gritó de manera furiosa: "¡¿Y ahora qué más quieres decir?!".

Sally retiró la mano y ocultó su muñeca en pánico, toda su confianza anterior perdida. "Yo... yo...".

"¡Sally Luke! ¡Lastimaste a mi nieto!". Douglas estaba furioso después de ver el video. Su rostro se volvió severo y la aterradora intensidad fue suficiente para asustar a Sally.

"Abuelo... no lo hice a propósito. Él... fue grosero conmigo primero".