Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 849

"Estás loco", le reclamó. Se levantó para irse, pero estaba temblando de lo empapada que había quedado.

Todos aquí estaban del lado de Trevor, por lo que las cosas empeorarían para ella si se quedaba aquí.

Sin embargo, Trevor no le permitió irse. Él la jaló hacia atrás y dijo: “Mujer descarada. ¿Qué dijiste? ¡¿No sabes que te salvé la vida?!".

Sharon finalmente no pudo resistir más. Ella le escupió en la cara y gritó: “¡Fuiste tú quien me empujó! ¡Tú casi me matas!".

Trevor entrecerró los ojos que brillaban con malicia. “Todos dicen que las mujeres republicanas son suaves y gentiles, ¡pero parece que eso no es verdad en absoluto! Tienes un temperamento tan feroz. ¡Parece que necesito darte una lección!".

Sharon se sorprendió. ¿Qué pretendía hacer este bastardo?

"Joven Amo Chester, soy la invitada de su hermana. ¡Será mejor que me trate bien!", dijo Sharon. Aunque estaba un poco asustada en este momento, la furia seguía dominando sus emociones.

Pensó que Trevor se comportaría si mencionaba a Tammy. Sin embargo, solo lo hizo estallar de ira. "¿Y qué? ¿Quién dijo que no puedo hacerte nada si estás con Tammy? Pase lo que pase, ¡te haré mía hoy!", exclamó.

Mientras tanto, los amigos de Trevor miraban entretenidos la escena que se desarrollaba ante ellos. "Así es. ¡Dale una lección!", gritaban algunos de ellos.

“Es solo una perfumista. ¿Por qué se cree la gran cosa? ¡Hágala callar ahora mismo, Joven Amo Chester!”.

Al escuchar esto, Sharon entendió lo que Trevor pretendía hacerle. ¡Quería abusar de ella sexualmente delante de todos!

Ella palideció de inmediato. ¡Era un animal!

"¡Suéltame, bastardo inhumano!", gritó, mientras luchaba con todas sus fuerzas.

Sin embargo, Trevor la presionó contra el suelo junto a la piscina. Ella intentó levantar su pierna para patearlo, ¡pero alguien a un lado le sujetó las piernas!

"¡Joven Amo Chester, apúrese!", gritaron los amigos de Trevor mientras se aferraban a sus piernas.

A Trevor no pareció importarle en absoluto. "Jaj...".

Un pensamiento cruzó por la mente de Sharon. Si no podía encontrar una salida a esto, ¡preferiría suicidarse mordiéndose la lengua!

Justo cuando la mano de Trevor la tocó, una voz gélida, que parecía provenir de las puertas del infierno, sonó de repente: "¡Suéltala!".

La voz era decidida y fría. Todos quedaron inevitablemente aturdidos, e incluso Trevor dejó lo que estaba haciendo.

Miró hacia atrás confundido. Se preguntaba quién, aparte de su padre, sería capaz de infundir tanto miedo en todos.

Cuando vio quién era, se rio con disgusto. "Oh, no es otro que el amorcito de Tammy Chester", comentó.

Sharon miró hacia arriba, y vio a un hombre sentado en una silla de ruedas a la distancia...