Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 860

“¿No quieres tener en posesión información sobre él?”, preguntó Henry mientras la miraba directamente a los ojos con una mirada acalorada.

“Por supuesto que quiero. ¿Por qué otra razón me estaría esforzando tanto para tratar de convencerlo de que reciba la terapia?”, dijo Sharon con voz severa. “Sin embargo, no puedo entregarme a ti a cambio de información sobre él. Además, Tammy ha accedido a darme la información después de que desarrolle la fragancia”, agregó ella.

“¿A quién crees que escuche si le permito que no te diga nada: a mí o a ti?”.

“¡Tú!”, gritó Sharon con dureza mientras fruncía el ceño. Ella estaba un poco enojada. “¿Acaso quieres dejarme en un callejón sin salida?”.

“Puedes elegir el camino que te he ofrecido”.

Sharon sintió el impulso de darse la vuelta y alejarse. Ella quería ignorarlo, ¡pero no podía darse por vencida!

Ella respiró hondo y se calmó. Hizo todo lo posible por mantener un tono uniforme mientras decía: “Está bien, puedo acompañarte cuando estés recibiendo terapia, pero solo puedo hacerte compañía. Ni siquiera pienses en hacerme tu mujer”.

Ella insistió en su postura. Ella miró a los ojos oscuros del hombre de nuevo y dijo: “En realidad... Cada vez que te miro a los ojos, siento que estoy mirando a la persona que estoy buscando. Nunca te he hablado de esto, pero tus ojos realmente se parecen a los de él”.

Henry no pudo evitar tragar saliva cuando escuchó lo que ella dijo. Él apretó su agarre en el apoyabrazos de la silla de ruedas.

Henry se rio de manera burlona y preguntó: “¿Entonces? ¿Me vas a tratar como a él?”.

“No, no lo haré. Solo tienes similitud en los ojos. Te ves completamente diferente a él”, dijo Sharon. Ella aún podía distinguirlos el uno al otro.

Henry frunció los labios y permaneció en silencio. En lugar de romper su contacto visual, él continuó mirándola directamente a los ojos.

Sharon continuó hablando: “No dejaré de desarrollar la fragancia para ti. Quiero ayudarte. Puedes pensar que te estoy tratando bien porque te pareces a él, pero no quiero que le pase nada a esos ojos tuyos”.

“Piénsalo. Si mejoras, Trevor no podrá hacerte nada con tus capacidades. Si algo le sucede a la persona que te importa en el futuro, también podrás ser capaz de rescatarla”.

Ella le reveló todos sus pensamientos con sinceridad. Sus ojos claros mostraban una sensación de sinceridad.

Ella no sabía si él estaba escuchando lo que decía. Él se limitó a mirarla sin decir nada.

La habitación se volvió a quedar en silencio. Ella no podía soportar un silencio tan ensordecedor.