Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 918

La pistola en la mano de Gerald era una que inicialmente había tomado de las manos de un soldado. La pistola había estado apuntada a Simon desde el principio. Cuando Claude lo sujetó, la pistola había sido empujada hacia abajo, pero el arma nunca abandonó su mano. Presenciar la muerte de su hijo con sus propios ojos además de la traición de Tammy había encendido su rabia en un instante. Sin pensarlo más, él le disparó a Simon en un momento de impulso. Una vez más, ¡el sonido de un disparo sonó en ese recinto sagrado!

“¡No!”. Al principio, el disparo estaba destinado a golpear a Simon, ¡pero una figura se paró frente a él y lo protegió! El grito había venido de Sharon, ya que pudo ver que Gerald estaba a punto de dispararle a Simon. Inconscientemente, ella quería ir y bloquear el disparo, pero estaba demasiado lejos. Además, no le quedaba mucha energía en su cuerpo, así que no había forma de que pudiera llegar a su lado a tiempo. Sin embargo, ella vio a Tammy, quien estaba a un lado de Simon en ese momento de peligro, moviéndose para pararse directamente frente a él...

¡Bam!

La bala le atravesó el estómago a Tammy. La sangre comenzó a fluir muy rápidamente, manchando su blanco y extravagante vestido de novia...

Manchado de sangre, esos diamantes y joyas perdieron su brillo.

“¡Tammy!”. Las cejas de Simon se juntaron abruptamente. Su expresión, que originalmente era sombría e inquebrantable, finalmente tuvo un cambio. ¡Él nunca pensó que ella recibiría una bala por él!

Las manos de Tammy agarraron su estómago. La sangre también había manchado sus manos de rojo, pero las comisuras de sus labios estaban curvadas hacia arriba mientras miraba directamente a su padre, que estaba del otro lado. El anciano estaba completamente sorprendido.

“Papá... No lo mates. No puedo estar sin él...”. Ella de verdad lo amaba. Ella lo amaba lo suficiente como para volverse loca y sacrificar su propia vida por él.

“Tammy, tú… tú…”. Gerald acababa de ver morir a su hijo frente a él, y en ese momento, le había disparado a su propia hija. ¡Él se sentía como si estuviera a punto de volverse loco!

Al mismo tiempo, él estaba lleno de decepción y hostilidad hacia Tammy. “¿Cómo puedes ser tan estúpida? ¿Por qué recibirías una bala por él? ¡Solo te está usando!”.

¡Gerald quería disparar otra vez y matar a Simon! Sin embargo, le habían quitado el arma que tenía en la mano.

“Te creo”. La voz del hombre era un poco baja.

“¿Me crees? ¿De verdad?”. Ella lo miró con un destello de luz en sus ojos. Para ella, él era su mundo entero.

Simon asintió levemente. “Ajá. Pero no deberías amarme”.

La luz de los ojos de Tammy se apagó de inmediato y ella se alteró. “¡No hay un debería o no! Hoy es el día de nuestra boda... ¡Me prometiste que te casarías conmigo y que me harías tu esposa!”. Temblando, ella tomó el anillo de bodas y lo sostuvo frente a él.

“Ayúdame a ponérmelo y seré tu esposa”.