Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 923

Él acababa de hablar cuando el arma en la mano de Claude apuntó a la cerradura de la puerta y disparó. Con el sonido de un disparo, la cerradura de la puerta se rompió. Claude le dio al sorprendido Jesse un empujón. “Ve y abre la puerta”.

En cuanto a Claude, él estaba protegiendo a Simon. Él estaba atento para contrarrestar cualquier peligro que pudiera ocurrir en cualquier momento. Jesse había estado en ese lugar antes, por lo que estaba bastante familiarizado con él. Él empujó la puerta y entró, y luego comenzó a liderar el camino. Ese laboratorio era espacioso. Se adentraron en el lugar durante cierto tiempo antes de llegar a la habitación donde se llevaban a cabo los experimentos.

“No estoy seguro de si la señorita Tammy realmente envió a esa persona aquí. Podemos buscar en los alrededores”, dijo Jesse.

“Continúa liderando”. Simon le estaba pidiendo a Jesse que lo ayudara a buscar a la persona.

“Entonces, empecemos por el laboratorio. Normalmente, la señorita Tammy enviaría los especímenes al laboratorio a su conveniencia... para realizar un experimento”.

Claude utilizó la misma técnica para destruir la cerradura de la puerta del laboratorio. Jesse lideró el camino mientras Claude empujaba a Simon. Había un extraño olor químico proveniente del laboratorio, y el olor podía hacer que uno sintiera náuseas. Sin embargo, era como si Jesse estuviera acostumbrado a un olor tan desagradable.

“Cuando la señorita Tammy limpia estos cadáveres, necesita muchos antisépticos y conservantes. Y también formalina”. Él estaba tratando de explicar la razón detrás del olor tan desagradable. No fue solo por el olor de los químicos, sino por los cadáveres...

Simon frunció el ceño. No esperaba que alguien como Tammy, que por lo general aparecía como la joven y prestigiosa señorita de la Mansión Chester, tuviera las agallas para ocuparse personalmente de los cadáveres. Ella era bastante cruel por atreverse a hacer algo así. Él lo pensó seriamente.

‘Tammy es una mujer que da mucho miedo. Para ella, mi cara era algo en lo que podía experimentar, ¿verdad?’.

Él tuvo suerte de que el experimento que ella había hecho con él no fallara. De lo contrario, no tendría un rostro tan perfecto e impecable.

Jesse los llevó más adentro. De repente se detuvo. Había algunos tanques de vidrio colocados delante. Algunos de los tanques de vidrio estaban llenos de líquido azul. En uno de los tanques de vidrio, no solo había líquido azul dentro de él, sino que también había una persona sumergida en él...

Para ser precisos, ¡era un cadáver!