Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 928

Sharon notó que la expresión de Simon se volvió fría de repente y no pudo evitar tener un mal presentimiento. Ella preguntó en voz baja: “¿Qué ocurre? ¿Aún no has logrado localizarlo? ¿Tammy todavía no está dispuesta a entregarlo?”.

La mirada fría de los ojos del hombre desapareció. Él entonces bajó los ojos mientras decía: “No. Lo he encontrado”.

Sharon dejó escapar un suspiro de alivio. “Eso es genial. Él está bien, ¿verdad? ¿También fue encerrado por Tammy?”.

“He enviado a alguien para que lo lleve de regreso a casa”. Durante los días en que Sharon aún estaba inconsciente, Simon ya había organizado el funeral de Franky.

“¿De regreso a casa? ¿Cómo se encuentra?”. ‘O de lo contrario, ¿por qué volvería a casa tan pronto?’.

En ese momento, Simon miró a los ojos curiosos de Sharon. Él se quedó en silencio durante bastante tiempo antes de hablar en voz baja: “Sus cenizas fueron llevadas a salvo de regreso a casa”.

Sharon no pudo reaccionar a las palabras cuando las escuchó. Después de quedarse estupefacta por algún tiempo, ella tartamudeó las palabras: “Qué... ¿Qué dijiste? ¿Qué cenizas? Franky, él...”.

“Él se ha ido. Él está en el cielo ahora”. Él la ayudó a terminar la oración.

Sharon estaba sorprendida. Ella miró a Simon sin poder creer lo que escuchó. Sus ojos se enrojecieron. “No, es imposible... Cuando Franky y yo fuimos capturados por los hombres de la Mansión Chester, él aún se encontraba bien…”. Ella pensó en algo de repente y agarró el brazo de Simon. Ella dijo de manera agitada: “Es Trevor. Él fue quien le ordenó a sus hombres que le dieran una paliza a Franky...”.

Ella recordó la escena de ese día. Franky había estado rodeado por decenas de hombres corpulentos que lo golpearon violentamente. Franky fue golpeado hasta que quedó al borde de la muerte. Más tarde, fue Tammy quien los sacó a ambos de la escena.

“¿Tammy no lo llevó al hospital?”. ‘¿O... Franky no pudo aguantar después de recibir la paliza?’.

Las emociones de Sharon se agitaron repentinamente. Ella estaba muy triste y exasperada. ‘¡Trevor realmente merecía morir!’.

“Tonta. El trabajo de un guardaespaldas es proteger a sus empleadores. ¿Por qué otra razón los contrataríamos?”. Él sostuvo el rostro de ella y agregó: “Además, los casos en los que podrían terminar perdiendo la vida no ocurren a menudo. Lo más importante es que no puedes participar en ningún evento que pueda volver a poner en peligro tu vida”.

“Solo vine aquí para buscarte”. ‘¿Quién sería tan cerrado de mente y desearía morir?’. Además, ella no sabía que su llegada a ese lugar desencadenaría un efecto dominó tan devastador.

“Así que al final del día, todo fue por mi culpa. No vale la pena que llores tanto”.

Sharon se secó las lágrimas, pero aún se sentía deprimida.

“Siempre que piense en Franky, estaré triste...”.