Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 942

Al oír esa voz familiar, Sharon frunció el ceño y se puso tensa. ‘¡Penelope! ¿Qué hace aquí de repente? Y en semejante momento. ¡Esto es demasiada coincidencia!’. Inconscientemente, ella miró a Simon. En ese momento, él le estaba dando la espalda a Penelope, pero tan solo escuchar la voz de su hermana hizo que su expresión también cambiara.

Penelope llevaba un par de tacones no tan altos que igual eran de aspecto muy profesional. Sin embargo, cada paso que daba mientras se acercaba era pesado. Plac, plac. El sonido de pasos se acercaba a ellos. Tan pronto se acercó, vio a Sharon sentada en el regazo de otro hombre. ‘Mmm, parece que algo anda mal con las piernas de este hombre’.

Miró al hombre de rostro limpio, y cuyos rasgos faciales parecían haber sido tallados. Para cualquier mujer joven, especialmente una como Sharon, este hombre podía ser considerado como alguien muy guapo. Sin embargo, Penelope había superado la edad en la que admiraba a los hombres guapos hacía mucho tiempo. Además, no le gustaban los hombres que no podían valerse por sí mismos. ‘¿Por qué los ojos de este hombre se parecen tanto a los de Simon?’. Penelope frunció el ceño y miró al hombre con una mirada inquisitiva.

Sharon habló una vez que logró ordenar sus pensamientos. "Penelope, ¿por qué estás aquí? ¿Acaso me estabas buscando?", preguntó Sharon. Durante los últimos dos años, la relación de Sharon y Penelope solo había empeorado y no había señales de que fuera a mejorar. Al mismo tiempo, las familias Zachary y Newton estaban involucradas en una feroz batalla de negocios. Sin embargo, Penelope siempre perdía. Sin Simon, no era fácil para la familia Zachary enfrentarse a Eugene. Aún así, Sharon todavía saludaba a Penelope con respeto, por el bien de Simon.

La atención de Penelope finalmente pasó de Simon a Sharon. Miró a Sharon con desdén y preguntó con frialdad: "¿Quién es este hombre? ¡No esperaba que encontraras a otro hombre poco después de que Simon se fuera, mucho menos alguien que depende de las mujeres!".

Sharon se quedó atónita cuando lo escuchó. ‘Acaso está diciendo que... ¿Simon no se puede valer por sí mismo?’. Ella no pudo evitar estallar en carcajadas.

Simon frunció el ceño, parecía estar molesto.

“¿Y qué si soy su padrastro? ¿Acaso no tengo derecho a ser el padrastro de Sebastian?”, la interrumpió Simon y confrontó a Penelope sin reparar en modales.

Penelope lo miró, y su mente se llenó de toneladas de preguntas. ‘¿Por qué esta voz es tan familiar?’. Sin embargo, pronto ignoró sus dudas y miró a Simon con frialdad mientras decía: "Es obvio que no tienes derecho. ¡Ni siquiera eres comparable a su padre biológico! ¡Además, eres una persona discapacitada!". Penelope siempre había sido una persona directa.

Sharon no estaba feliz de que Penelope hablara de Simon de esa manera. ‘No importa si este es Simon o si fuera una persona cualquiera, no debería decir algo tan cruel’, pensó. "Penelope, no tienes derecho a decidir si él tiene derecho o no a ser el padre de Sebastián. Creo que te estás pasando de la raya con tus palabras".