Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 948

Resumo de Capítulo 948: Ten cuidado, mi papá CEO

Resumo do capítulo Capítulo 948 do livro Ten cuidado, mi papá CEO de Internet

Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 948, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Ten cuidado, mi papá CEO. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Amor continua a emocionar e surpreender a cada página.

Fern no se atrevió a dar un paso hasta que se aseguró de que su hija estaba dormida. Tenía miedo de que el ruido la despertara.

Por otro lado, la mirada de Eugene se agudizó apenas la vio. Era como si hubieran sido enemigos desde hacía varias vidas. Eugene se levantó y le indicó con la mirada que saliera de la sala antes de caminar hacia la puerta al instante. Fern miró a su hija de nuevo, y luego siguió al hombre lentamente.

Era medianoche en ese momento. El pasillo del hospital estaba tan silencioso que era aterrador. Eugene colocó una de sus manos en el bolsillo de sus pantalones, y se quedó de pie con su espalda alta y robusta frente a la mujer mientras esperaba a que esta se le acercara.

“¿Por qué Rue se enfermó repentinamente? ¿Qué dijo el doctor?". Fern sabía que su hija había sido débil desde joven, pero nunca se había enfermado tan fácilmente como entonces.

Eugene se dio la vuelta para mirarla con frialdad. El tono de su voz era desagradable, como lo había sido en la llamada telefónica. “¿De verdad me vas a preguntar eso? Yo también quiero preguntarte algo. Antes de irme al extranjero, ¿no te dije que la acompañaras en casa con más frecuencia? Pues has hecho un excelente trabajo. Me fui por medio mes y no viniste a visitarla ni una vez. ¿De verdad es tan importante tu trabajo? ¿Acaso es más importante que tu hija?”.

Fern se quedó atónita cuando escuchó lo que el hombre dijo. "¿Tú... estuviste en el extranjero por medio mes?". Ella pensó que solo se había ido por tres o cuatro días, una semana cuando mucho.

La expresión de Eugene se volvió sombría cuando cayó en cuenta de lo que realmente estaba diciendo. ¿Ni siquiera sabía cuánto tiempo él había estado fuera? ¿Hasta qué punto ignoraba todo lo que tenía que ver con él? “¿Acaso soy insignificante para ti?”. El hombre extendió las manos para agarrarla por los hombros y la pusó de pie frente a él. ¡Su respiración se hizo más pesada por lo furioso que estaba con ella!

Fern sintió un profundo dolor en los hombros. Apartó las manos del hombre a la fuerza y frunció el ceño. “¡Estamos hablando de Rue ahora mismo!”. No tenía ganas de discutir sobre ellos en ese momento.

Él sabía que ella había estado evitando el problema entre ambos. Él había soportado su comportamiento en el pasado porque se sentía mal por haberla maltratado antes. Incluso le dio la libertad de actuar en películas cuanto quisiera. ¡Pero en ese momento, sentía que le había dado demasiada libertad! “Está bien, ya que quieres hablar sobre Rue, hablemos. Desde que empezaste a filmar, solo vuelves a casa una o dos veces al mes. Solo pasas una noche en casa y te vas de nuevo a la mañana siguiente. Estoy cuidando de Rue solo ahora. ¿Todavía crees que puedes llamarte su madre?”.

“¿Acaso no quieres cuidarla entonces? Eres su padre. ¿Hay algún problema con que la cuides más a menudo?”. ¿Acaso se había olvidado que ella había cuidado a Rue por su cuenta durante dos años completos desde que nació? Él no había estado presente en sus vidas durante ese período de tiempo. ¿De verdad iba a perder la paciencia después de cuidar a su hija durante solo dos años?

Eugene entrecerró los ojos mientras presionaba los hombros de la mujer contra la pared y se paró frente a ella con su alta figura. “¿Por qué no puedo? ¿Acaso no estás dispuesta a pasar más tiempo con Rue?”. ¡Ni siquiera le había pedido que pasara más tiempo con él!

“No es que no esté dispuesto a hacerlo, pero tengo mis propios planes y metas. No necesito que decidas nada por mí”. Eugene se estaba acercando demasiado a ella. Su olor masculino la envolvía, causando que su respiración se volviera errática.

Él se burló con frialdad y dijo: “Creo que esos planes y metas necesitan cambiarse. Si sigo permitiéndote actuar como deseas, ¡¿qué me garantiza que no terminarás abandonando a nuestra hija algún día?! Le diré a Shar que me ceda tu contrato dentro de dos días”.

"¡No! ¡No estoy de acuerdo!”, objetó Fern agresivamente. Él no tenía derecho a entrometerse en sus asuntos.

“No necesito que lo estés”, dijo él. No esperaba tener que mostrarse tan controlador.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Ten cuidado, mi papá CEO