Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 950

Resumo de Capítulo 950: Ten cuidado, mi papá CEO

Resumo de Capítulo 950 – Ten cuidado, mi papá CEO por Internet

Em Capítulo 950, um capítulo marcante do aclamado romance de Amor Ten cuidado, mi papá CEO, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Ten cuidado, mi papá CEO.

Sharon hizo una cita con el doctor ese día y acompañó a Simon al hospital para que le revisaran las piernas.

El insomnio de Simon había mejorado muchísimo. Después de regresar a casa con Sharon y Sebastian, sus emociones se habían vuelto mucho más estables. En ese momento, solo hacía falta resolver el problema de sus piernas.

En el consultorio, el doctor sostenía el informe de Simon y lo estaba leyendo meticulosamente. Sharon se preocupó aún más y no pudo evitar preguntar: "Doctor, ¿cómo está su condición actual?". En realidad, quería preguntarle al doctor sobre las probabilidades de que pudiera recuperarse.

El doctor frunció el ceño y dijo: “Según el informe, no es ideal… Mencionaron que se lastimó hace dos años. Recibió tratamiento en ese entonces, pero no continuó con él, por lo que se perdió el mejor momento para el tratamiento”.

"¿Acaso es demasiado tarde para tratar de curarlo?", preguntó Sharon. Simón mantuvo la calma. Independientemente de si podía recibir tratamiento o no, ya se había preparado mentalmente para ello.

“Es tarde, pero no es imposible que reciba el tratamiento. Si decide comenzar, tendré que hablar con otros doctores para elaborar un plan de tratamiento adecuado. Solo espero que el paciente se mantenga persistente durante el tratamiento. Este será un proceso arduo y largo, y no tenemos garantía de cuándo podrá volver a caminar”. Los doctores tenían que ser honestos en tales situaciones.

“Nos mantendremos persistentes durante el tratamiento. Ayúdelo a idear un plan de tratamiento adecuado”, dijo Sharon. Había empezado a entrar en pánico después de escuchar al doctor decir que era demasiado tarde para recibir el tratamiento adecuado, pero sus palabras terminaron ofreciéndole algo de esperanza.

“Está bien, formaré un equipo mañana. Este equipo estará a cargo de diseñar y supervisar su tratamiento, y le notificaremos una vez que completemos el plan”, dijo el doctor.

"Gracias, doctor". Sharon fue quien habló con el hombre durante toda la sesión, mientras que Simon no había dicho ni una sola palabra. Después de salir del consultorio médico, Sharon se dio cuenta de que Simon estaba excepcionalmente callado. "¿Qué ocurre? ¿Ya no tienes ganas de recibir tratamiento?”, le preguntó mientras lo miraba.

Una leve sonrisa interrumpió la expresión impasible de Simon. “No he dicho eso”.

"¿Por qué no dijiste nada hasta ahora?".

"Contigo tomando las decisiones por mí, ¿qué más podía decir?", preguntó el hombre en un tono divertido.

Sharon apenas se dio cuenta de lo nerviosa que había estado durante la cita. “Tenía miedo de que tu tratamiento se retrasara aún más”.

Simon alzó una ceja y tomó la mano de la mujer. “Entiendo. Por eso haré lo que tú quieras que haga”.

“En ese caso, pongámonos de acuerdo en esto. Tienes que trabajar junto con los doctores de forma obediente”.

Simon encontró gracioso lo que decía la mujer. “¿Acaso crees que soy un niño? No necesitas repetir lo mismo tantas veces”.

“Tengo miedo de que te rindas a mitad de camino”.

“No soy alguien que se da por vencido a mitad de camino. Tienes que confiar en mí”, replicó el hombre.

Sharon deseaba que Simon pudiera recuperarse lo antes posible, pero sabía que necesitaría tiempo. Igual, con ella a su lado, no debería tener muchos problemas. "Ya que estás dispuesto a trabajar junto con los doctores, te prepararé una buena comida cuando estemos en casa". Hacía mucho tiempo que no cocinaba para él. Ya que su herida había sanado, podía hacerlo de nuevo.

Llevaban vidas extremadamente simples en ese momento. Ambos trabajaban en casa y se encargaban de todo desde sus computadoras personales. Sharon tenía la intención de descansar por un período de tiempo. Quería esperar a que su herida sanara por completo y pasar más tiempo con Simon. Su hijo todavía estaba en la escuela en ese momento, por lo que ambos podían pasar algo de tiempo juntos a solas.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Ten cuidado, mi papá CEO