Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 969

Penelope ya esperaba que Sharon apareciera con los Newton. Por lo tanto, había hecho los preparativos adecuados de antemano.

Penelope llevó a Sebastian y a un grupo de sus guardaespaldas hasta la puerta de la casa de los Zachary. Sharon había ido a buscar a su hijo y estaba parada en dirección opuesta a Penelope. Simon también estaba en el lugar. Ellos solo habían llevado a tres o cuatro guardaespaldas. No eran muchas personas.

Penelope no pudo evitar burlarse: “Sharon Jeans, ¿por qué no les pediste a los Newton que vinieran? Los pocos que hay no podrán ser capaces de arrebatarme a Sebastian”. Sebastian no pudo evitar sentirse preocupado.

“Mami, papi, ¿por qué no trajeron a más gente?”. En cambio, el número de guardaespaldas del lado de Penelope los superaba ampliamente.

“No necesitamos mucha gente para rescatar a alguien. No estamos aquí para luchar”, dijo Sharon de manera divertida.

¡Penelope sintió que Sharon la estaba subestimando cuando la escuchó! “Parece que tienes una relación excepcional con el señor Henry, ya que lo has traído también. Sin embargo, debes pedirle que tenga cuidado. Si luego se produce una pelea, no nos culpes a nosotros por intimidar a un discapacitado”, dijo Penelope de manera burlona.

Antes de que Sharon pudiera responderle, Sebastian gritó con enojo: “Él es mi papi. ¡No tienes permitido humillarle!”.

Penelope frunció el ceño. Ella no sabía qué les había pasado a Sharon y Sebastian. ¡¿Por qué estaban siendo tan protectores de Henry?!

Simon sabía que su hermana era una persona directa, pero no debería haber dicho palabras tan hirientes.

“No será tan fácil intimidarme”, dijo Simon en un tono uniforme. Él tenía un aura naturalmente intimidante.

Penelope lo miró con desdén y le dijo a Sharon: “Vete en este instante. No puedes llevarte a Sebastian. Ya que eres su madre, no quiero que te hagan daño a ti también”. Penelope ya estaba segura de que iba a ganar. No tomó en serio a las personas que estaban frente a ella.

“¿Tú? ¡No tienes derecho a ser su padre! ¡Hazte a un lado si no quieres recibir una paliza!”. Era como si Simon no hubiera escuchado lo que dijo Penelope. Él pidió a sus subordinados que siguieran guiándolo hacia adelante.

Penelope se burló mientras Simon se acercaba cada vez más. “Ya que quieres recibir una paliza, entonces no puedo detenerte”. Tan pronto como terminó de hablar, ella agitó su mano.

Dos guardaespaldas se precipitaron hacia Simon con fiereza. Justo cuando estaban a punto de acercarse a Simon, Claude lanzó un ataque. Nadie se dio cuenta de que había hecho un movimiento. En un abrir y cerrar de ojos, uno de los guardaespaldas cayó al suelo. El otro guardaespaldas quedó impactado, pero pronto volvió en sí. Sin embargo, no pudo moverse tan rápido como Claude. Él también cayó al suelo y Claude le pisó el pecho, por lo que no pudo levantarse en absoluto. Ni siquiera había pasado un minuto y los dos guardaespaldas de Penelope ya habían sido arrojados al suelo.

Penelope miró fijamente a Claude con incredulidad y los ojos abiertos de par en par...

Después de un rato, ella volvió en sí. “Tienes a un hábil luchador contigo. ¡No es de extrañar que no tengas miedo en absoluto!”.