Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 98

La expresión en el rostro de Simon era increíblemente incómoda y las venas de su frente palpitaban. ¿Por qué este niño siempre siempre los interrumpía cada vez que quería hacer algo serio?

El pequeño mocoso había destruido sus planes. Él sintió ganas de echarlo de la habitación, ¡sin importar que era su propio hijo!

La cara de Sharon se enrojeció mientras apartaba a Simon y bajó la cabeza para revisar su ropa. Afortunadamente, no estaba desordenada. Lo único desordenado era su respiración. Ella instintivamente pasó una mano por el pelo mientras decía: "Sebastian, ¿por qué no tocaste la puerta antes de entrar?".

El niño resopló: "Si hubiera tocado la puerta, ¡no habría visto a Papá acosándote!".

La expresión en el rostro de Simon se puso rígida mientras se sentaba y miraba al niño con irritación. "No la estaba acosando...".

"Yo vi todo, ¡pero sigues mintiendo!". El niño no le creyó para nada.

Sharon hizo lo mismo y dijo: "Tu padre no me estaba acosando, él...".

Sebastian la miró fijamente, esperando una respuesta.

"Pues... en realidad estábamos jugando un juego. Sí, estábamos jugando un juego". Sharon no pudo encontrar una mejor excusa.

"¿Juego? Yo también quiero jugar". Con eso, Sebastian se abalanzó sobre ella.

Sin embargo, el niño no logró acercarse a ella antes de que Simon lo agarrara por el cuello y lo sacara de la habitación con él. "Puedes jugar este juego con tu futura novia".

Sebastian agitó sus brazos en el aire mientras protestaba: "¡Papá malo, déjame ir! Quiero jugar al juego de los besos con Mami...".

¡Sebastian estaba enfadado, ya que estos adultos malvados pensaban que él no sabía nada e incluso le mintieron! Él también quería jugar al juego de los besos con su Mami. ¡¿Por qué él no podía?!

Sharon puso una mano a la frente con vergüenza mientras miraba al espectáculo del padre y el hijo.

...

Sharon estaba muy ocupada con su trabajo hoy. Ella tenía que presentar su diseño a los ejecutivos de la empresa en una reunión al día siguiente.

Era medianoche y ella estaba sumamente cansada cuando finalmente terminó de trabajar en el diseño. Finalmente, ella envió el diseño por correo electrónico al director del departamento.

Así es, el director de diseño, Howard Zachary, necesitaba revisar su diseño antes de poder enviarlo a sus superiores. Era una regla de la empresa y ella supuso que Howard no tendría las agallas para entrometerse en asuntos oficiales.

Al día siguiente, Simon hizo que Sharon presentara su diseño a todos los presentes en una conferencia de la empresa.

La enorme sala de conferencias estaba llena de ejecutivos de la empresa. Por supuesto, como la vicepresidenta de la empresa, Penelope también estaba allí.

Sharon respiró hondo al recordar lo que Simon le había dicho. Su hermana había estado dispuesta a darle una oportunidad. Ella necesitaba presentar su mejor personalidad posible ahora.

Por lo tanto, ella no podía permitirse cometer ningún error hoy.