Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 990

"¿Quién es? ¿Por qué no abres la puerta?”, le preguntó Riley mientras se acercaba a ella.

“Es Jim”, dijo Sharon mientras se daba la vuelta para mirarla.

Hubo un cambio instantáneo en la expresión de Riley. “¿Cómo supo dónde encontrarme? ¿Acaso lo trajiste aquí?”.

“Soy la última persona que haría algo así. ¿De verdad crees que podría traicionarte así?”, dijo Sharon burlonamente mientras fruncía el ceño. “¿Quizás me siguió hasta aquí? ¡Pero cuando llegué, no había nadie siguiéndome!”.

“Quién sabe cómo logró encontrarme. Considerando lo desvergonzado que es, ¡es capaz de cualquier cosa!”. A Riley no le sorprendió en absoluto que llegara tan lejos como para seguir a alguien a escondidas.

“¿Qué hacemos ahora? ¿Quieres verlo?”. Sharon pensó que deberían hablar las cosas en lugar de evitarse por completo. Sin embargo, ella era simplemente una espectadora, y la decisión estaba solamente en manos de Riley.

“No quiero verlo. Él dio con este lugar por seguirte, así que tú encárgate de eso”, contestó Riley.

Tan pronto como Riley dijo esto, Jim dejó de tocar el timbre y comenzó a golpear la puerta con la mano. “¡Abre la puerta, Riley! ¡Sé que estás ahí!”. Las dos mujeres en la habitación se miraron, y ninguna tenía intención de abrir la puerta. “Es inútil que me evites, Riley. Soy el padre del niño. ¡A menos que realmente quieras que el niño nazca sin un padre, tendrás que verme tarde o temprano!”. Jim insistió en gritar sus pensamientos desde el otro lado de la puerta.

Riley estaba echando humo de la rabia. ¡Quería gritarle que sería mejor si él cayera muerto allí mismo! ¡El niño solo necesitaba de su madre, de todos modos!

“¡Riley, abre la puerta! ¡Si no abres, te esperaré aquí mismo! ¡Tendrás que salir tarde o temprano!”. ¿De verdad se atrevía a ser tan desvergonzado?

"¿No me seguiste hasta aquí pues?". ¿Por qué estaba fingiendo que encontrarla allí era una coincidencia?

Jim levantó una ceja y dijo: “No deberías acusarme así. ¿Cómo vas a decir que te he estado siguiendo?”.

“De verdad eres un descarado, pero no puedo obligarte a admitirlo igual". Sharon lo miró con una mirada severa en su rostro, y su tono sonaba algo solemne cuando dijo: “Me gustaría recordarte que Riley está embarazada. Será mejor que no le causes demasiado estrés. Ella no quiere verte en este momento, así que si todavía te preocupas por ella, será mejor que te vayas”.

“Shar, aunque eres mi hermana pequeña, no tienes derecho a meterte en nuestros asuntos. La que debería irse ahora eres tú”. Después de decir esto, Jim la agarró del brazo y se la llevó hacia la puerta.

"¡¿Qué diablos estás haciendo, Jim?!". Sharon frunció el ceño. Al ser tomada por sorpresa, Sharon no pudo evitar que Jim la arrastrara hacia la puerta y se la cerrara en la cara de inmediato.