Resumo do capítulo Capítulo 28 do livro Tener hijo con mi mejor amigo de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 28, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Tener hijo con mi mejor amigo. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Triángulo amoroso continua a emocionar e surpreender a cada página.
Punto de vista de Kelly
«Mi futuro esposo es tu mejor amigo, así que te esperamos en nuestra fiesta de compromiso. No nos decepciones, Kelly» decía la carta.
Al leerla, apreté los puños y tiré la invitación al suelo. Luego, me senté en la cama, me tomé la cabeza e intenté calmarme. No podía volver a derrumbarme, pues si lo hacía podría poner en riesgo la vida de mi bebé y eso era lo último que quería. Mi bebé era mi prioridad.
Cuando pensé en eso, acaricié mi vientre en donde los casi cuatro meses de mi bebé comenzaban a notarse. Luego, tragué fuerte y apreté los ojos mientras recordaba los viejos tiempos. Lexi siempre fue el gran amor de Pierce. Él estuvo enamorado de ella desde que la conoció. ¿Cómo podía reemplazar a la mujer que nunca abandonó su corazón? Lexi tenía razón, yo era sólo un reemplazo. Pierce nunca me miraría como yo quería, nunca me amaría como yo lo amaba a él.
También recordé esos días en los que siempre lo sorprendía mirando a Lexi desde lejos cuando estábamos en la escuela secundaria. Mientras yo lo miraba, él la miraba a ella. Estaba más que claro que era más feliz cuando estaba con ella y por eso ha logrado seguir adelante fácilmente. Era una lástima que no funcionara para mí.
Mi mente todavía estaba hecha un caos cuando escuché que se abría la puerta. Un aroma familiar alcanzó mi nariz y de inmediato me tapé con las sábanas y me quedé quieta acostada.
—Lo lamento…
Era Klay…
—No quise… asustarte. Es solo que… ya no sé cómo reprimir mis sentimientos —manifestó.
Al escuchar eso, apreté mis labios. También fue mi culpa por no detenerlo antes. Ya era demasiado tarde cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo. Le permití besarme y tocarme. Él no fue el único culpable. Bajé la guardia y me convertí en esclava de mis propios deseos por unos momentos.
En ese momento, pensar en lo que acababa de pasar en el baño todavía me hacía sentir ardiente. Él continuó tratando de explicarse y, mientras lo escuchaba, mi corazón latía aceleradamente dentro de mi pecho.
No estaba segura de si lo que ocurrió fue por atracción o por la lujuria que impulsaban las hormonas del embarazo... No lo sabía. Pero Klay era mi hermanastro y nunca me gustó porque era frío y despiadado. De hecho, nunca me imaginé que me llevaría bien con él, pero admito que en esos dos meses juntos aprendí a aceptar que estaba atrapada con él y que no podía hacer nada al respecto. Tal vez, lo que ocurrió se debió simplemente a que él siempre estaba a mi lado, apoyándome.
De pronto, volví a imaginar el rostro de Pierce en mi mente e inmediatamente abrí los ojos. Su recuerdo todavía me perseguía porque nuestra historia no terminó bien. Me di cuenta de que debía enfrentar la realidad para poder seguir adelante porque por lo que veía, era la única que seguía estancada en el pasado.
De repente, una manta cubrió mi cuerpo. La acción de Klay me trajo de vuelta al presente y mis dedos se cerraron en un puño.
—No te pido que me perdones porque si me dieras otra oportunidad, lo haría una y otra vez… —prosiguió.
Cuando escuché aquello, mis labios se separaron. ¿Qué…?
—Mis sentimientos por ti son reales. No me importa si eres mi hermanastra, romperé todas las leyes del mundo sólo para tenerte. Todo lo que dije fue en serio y no me retractaré de nada. Si tengo otra oportunidad, te volveré a besar y te haré sentir que él no es el único que puede hacerte temblar las rodillas. Aquí estoy, Kelly. No necesitas un imbécil infiel para ser feliz.
Mi corazón se aceleró por lo que dijo, aunque no sabia si era por nerviosismo o expectativa… Todo lo que sabía era que no podía corresponder sus sentimientos, pues solo quería centrarme en mi bebé y en enterrar mis sentimientos por mi exmarido. Esa era mi prioridad.
De modo que fingí estar dormida hasta que sentí que su presencia salía de la habitación. Cuando escuché la puerta cerrarse, contuve el aliento y me mordí el labio inferior.
Ese día era nuestro vuelo de regreso al país donde había estado viviendo mi padre. Sin embargo, quería ir a otro país antes, ya lo había decidido. Necesitaba enfrentar la verdad o nunca lo superaría.
—Quiero ir a otro país —indiqué mientras lo miraba a los ojos.
Él apretó la mandíbula. —El compromiso… —dijo.
Asentí lentamente. —Quiero ir, Klay —manifesté.
Sabía que no estaría de acuerdo con lo que pedía. Durante dos meses, él hizo todo lo posible para evitar todo lo que me recordara a Pierce, pero esta vez no quería que me controlaran. Quería tener el control de mi propia vida.
Esperaba que dijera que no, así que me puse a pensar en qué le diría una vez que él se negara.
Sin embargo, Pierce miró hacia abajo y asintió. Cuando volvió a mirarme, sus ojos se suavizaron. —Iré contigo —afirmó.
La sorpresa por su respuesta fue visible en mi rostro. No sabía qué decir. Estuvo de acuerdo con mi pedido, pero quería ir conmigo. En realidad, quería ir sola, pero sabía que ni siquiera mi padre me permitiría hacerlo, así que estaba bien.
—Iré contigo —repitió—. Iré dondequiera que vayas, Kelly.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Tener hijo con mi mejor amigo