Resumo do capítulo Capítulo 33 do livro Tener hijo con mi mejor amigo de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 33, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Tener hijo con mi mejor amigo. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Triángulo amoroso continua a emocionar e surpreender a cada página.
Punto de vista de Kelly
Estaba revisando las listas de flores que iban a llegar a mi tienda la próxima semana. No sé cómo lo hizo, pero Klay, pudo conseguir un local con la idea de transformarlo en una florería. Me lo había contado apenas esa mañana y ya estaba emocionada de tener mi propio negocio en el que pudiera enfocarme completamente.
Mi teléfono sonó de repente. Aunque era un número no registrado, respondí de inmediato pensando que era de los proveedores.
"¿Hola?".
"¿Kelly? Habla la mamá de Pierce".
Mi corazón se aceleró al instante por esa voz familiar. Respiré profundo antes de levantarme, me mordí el labio inferior y caminé hacia la ventana.
"¿S... Sí, señora Anderson?".
Ella siempre había sido buena conmigo y no debía involucrarla en mis problemas con Pierce. La valoraba, era como una madre para mí y faltarle al respeto era inaceptable.
"¿Podemos vernos, Kelly?".
¿Vernos? ¿Para qué? Aunque me sorprendió, asentí lentamente como si estuviera enfrente de mí. "Claro, señora Anderson".
La oí suspirar. "Gracias. Ahorita te envió un mensaje con la dirección. Te estaré esperando, Kelly".
Por alguna razón, tuve una sensación extraña en mi pecho. Vernos significaba que me extrañaba o que tenía algo más que decirme. Yo solamente esperaba que no tuviera nada que ver con Pierce, pero ¿a quién quería engañar? Él era lo único que nos unía.
Después de colgar, en ese mismo instante recibí un mensaje de ella. Suspiré profundamente al mismo tiempo que Klay entraba a la casa. Rápidamente me miró y se dio cuenta de que quería decirle algo.
"¿Qué pasó?".
Además de decirle mis planes o hablarle de mi mudanza, necesitaba decirle que iba a ir a hablar con alguien, aunque sin aclararle que era la señora Anderson.
"Necesito salir un rato".
Caminó hacia mí con la frente arrugada. "Yo puedo ir contigo".
Inmediatamente negué con la cabeza: "Puedo hacer esto sola, Klay. Además, tienes una junta, ¿no? Los negocios de mi padre en este país te necesitan".
Apretó la mandíbula. "Siempre puedo deshacerme de una maldita junta por ti, Kelly".
"Dije que puedo hacerlo sola. Hablaremos de algo cuando vuelva, Klay. Espera pacientemente y déjame vivir mi vida. Estoy segura de que ya no corro ningún peligro".
"Aun así…", él hizo una pausa y suspiró profundo antes de asentir lentamente. "Bien. Pero te recogeré más tarde".
Le di la espalda sin responder. Era demasiado sobreprotector y sabía que solo quería que estuviera a salvo, pero sus métodos estaban totalmente fuera de lugar. ¿Por qué no podía entenderlo?
Después de ducharme, salí de la casa mientras Klay me miraba salir. Estaba de pie junto a la puerta con los brazos cruzados. Su frente todavía estaba arrugada y sus ojos me lanzaban frías miradas de nuevo.
Tomé un taxi después mirarlo con el ceño fruncido. "¡Ni se te ocurra seguirme, Klay!".
"No tengo intenciones de arruinar la vida de su hijo, señora Anderson", dije después de reunir el coraje para hacerlo. "¡Tiene razón! Ya tengo a alguien en mi vida, alguien a quien proteger. No volví para arruinar la vida de su hijo…".
Aunque me dolía mucho, le sonreí. ¿Me trataba bien antes porque estaba casada con su hijo? ¿Acaso se preocupaba realmente por mí antes o solo estaba aparentándolo? No podía creer que sería traicionada de nuevo.
Ella asintió lentamente como si estuviera aliviada. "Gracias por entender, Kelly. Yo realmente...".
"Necesito irme ahora, señora Anderson", la interrumpí nuevamente sin intención de faltarle el respeto. Luego sonreí con torpeza y agarré mi bolso. "Tengo cosas que hacer. Ahora estoy enfocada en construir mi propio negocio. Entonces…".
Ella sonrió un poco. "Sé que te irá muy bien".
Asentí y le di la espalda. Tan pronto como lo hice, las lágrimas corrieron por mis mejillas, pero las sequé rápidamente antes de comenzar a caminar lejos de ella. ¿Por qué había creído que ella solo quería verme porque me extrañaba? ¡Qué patética!
Estaba perdida en mis pensamientos cuando tomé un taxi. Mi conversación con la señora Anderson me molestó demasiado, ella había abierto la herida que estaba intentando cerrar. Nunca quise enfadarme con ella, pero estaba comenzando a detestarla porque sentía que había sido falsa conmigo todo ese tiempo y yo había sido tan estúpida para no darme cuenta.
Pero reaccioné al darme cuenta de adónde me habían llevado mis pies. Mis labios se separaron mientras me sentaba lentamente en aquel banco de madera frente al lago donde solía visitar a Pierce todos los veranos. Los recuerdos que me invadían hacían sufrir a mi corazón aún más y no podía evitar culpar a Pierce por todo el dolor que sentía y que seguía sintiendo hasta ese momento.
"Kels…".
Mi corazón se aceleró cuando una voz conocida entró por mis oídos. Me agité y me levanté. Alguien familiar estaba parado detrás de mí con incertidumbre, y el solo mirarlo podía abrir esas heridas que había intentado sanar. Pierce…
Contuve el aliento y pasé junto a él para irme, pero rápidamente tomó mi mano para evitarlo, haciéndome sentir más triste y enojada.
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