Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 34

Punto de vista de Kelly

"Déjame ir", le dije fríamente mientras lo veía con firmeza. Su expresión se suavizó y sus ojos parpadeaban con una extraña emoción. ¿Miedo? ¿Dolor? No lo sabía y no me importaba. Acababa de hablar con su madre prometiéndole que ya no me involucraría más en la vida de su hijo. Sería una humillación si no hacía lo que había prometido.

"¿Podemos hablar un momento?".

Mi frente se arrugó. "¿Hablar? ¿De qué hay que hablar?".

"Por favor, Kelly. Quiero aclarar las cosas entre nosotros".

Aclarar las cosas. ¡Bien! Tenía razón. Debíamos hablar de nosotros y terminar con lo nuestro como se debía. Nunca tuvimos la oportunidad de terminar nuestra relación y esa era probablemente la razón por la que todavía me aferraba a él y seguía sufriendo por las promesas que nunca cumplió. Tal vez finalmente podía olvidarlo y dejarlo atrás después de que habláramos sobre eso.

Lo miré desconcertada y asentí lentamente: "Bien".

Desvié la mirada en cuanto lo vi sonreír mientras sus ojos brillaban por alguna razón. Parecía tan feliz de que había aceptado hablar con él. No sabía lo que pasaba por su mente, pero yo solo podía pensar en una cosa… Terminar con lo nuestro para siempre. Tenía que hacerlo para poder seguir con mi vida.

Me llevó al café al que solíamos ir juntos y mis labios se separaron cuando me detuve frente al lugar. La fachada de la cafetería no había cambiado en nada y el ambiente me traía recuerdos. Sentí que mis pies se negaran a llevarme dentro, pero sabía que debía hacerlo. Necesitaba dejar atrás el pasado y despedirme de sitios nostálgicos como ese, era parte del proceso.

Suspiré profundamente antes de cruzar la puerta. Pierce ya estaba en el mostrador cuando entré; me estaba esperando, pero al contrario de lo que solía hacer, no caminé hacia él. Elegí una mesa y me senté cómodamente. Lo vi mirándome desde la barra con angustia. Ni siquiera entendía por qué estaba así.

Caminó hacia mí después de un suspiro y simplemente lo miré en silencio con indiferencia.

"¿Quieres que te pida algo?".

¿Eso importaba? Me recriminé en mi mente al sentir amargura en mi propia pregunta.

"Lo que sea", respondí sin ganas.

Me miró fijamente durante unos segundos antes de asentir y regresar a la barra. Ordenó para nosotros mientras yo esperaba a que regresara.

Me crucé de brazos después de que él se sentó frente a mí. "¿Por dónde quieres empezar?".

"Yo solo... quiero saber si realmente estás con Klay Carver".

Lo miré desconcertada. ¿Por qué le molestaba eso? No estaba con Klay, pero incluso si lo estuviera, ¿qué le importaba a él? ¿Por qué eso era tan importante?

Él miró hacia abajo. "¿Por qué él, Kelly?".

"¿Y por qué no?". Le respondí con otra pregunta, dejándolo sorprendido por lo que había dicho.

Me miró a los ojos y se lamió el labio inferior mientras sacudía la cabeza. "Él es tu hermanastro".

Estaba a punto de decir algo sarcástico cuando una anciana se nos acercó y la reconocí, era la dueña del café. Ella ya nos conocía y yo ya intuía el por qué de su dulce sonrisa. Puso nuestro pedido sobre la mesa sin dejar de sonreír.

"¡Oh, ustedes dos! Que gusto verlos por aquí aún juntos. ¿Supongo que ahora están casados?".

Inmediatamente negué con la cabeza, pero Pierce asintió. Lo miré extrañada. ¿Qué carajos intentaba hacer?

La señora me sonrió y miró a Pierce antes de irse. Me mordí el labio inferior y lo miré con irritación después de que la mujer se fue.

"¿Qué fue eso?" Pregunté enojada.

"Estuvimos casados una vez, no es como si eso fuera a arruinar tu relación con Klay Carver". Noté la amargura en su voz, pero no era tan tonta como para caer en su mismo truco dos veces. Sus complicadas acciones y sentimientos ya me habían envuelto una vez y no quería tener que pasar por lo mismo de nuevo.

Agarré mi bolso con ira. "No significa que puedas andar haciendo lo que se te plazca. Déjame recordarte que lo nuestro ya se terminó, Pierce".

"Entonces, ¿por qué aceptaste venir aquí si ya se terminó?".