Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 53

Punto de vista de Klay

Estaba sentado en la silla del comedor en lo que me paseaba por la cocina. El apartamento era pequeño, pero suficiente para alguien soltero. Había dos dormitorios y supuse que Ana era la que se había quedado en el otro. Kelly la había traído con ella cuando se mudó.

Mientras esperaba a Kelly, recordaba todo lo que había pasado anoche. Ella se había entregado a mí y aunque había sido solo un momento de debilidad, pude sentir que ella realmente no se arrepentía de nada. Ella se había entregado voluntariamente a mí y no podía sentirme más feliz y afortunado.

La mujer que tanto anhelaba parecía sentir algo por mí también. ¿Qué podía ser mejor que eso? No podía estar más feliz de haber preparado nuestro desayuno. Lo había cocinado yo mismo incluso cuando Ana intentó detenerme.

"Señor, ¿quiere café?".

Negué con mi cabeza mientras miraba la comida en la pequeña mesa del comedor: "Esperaré a Kelly".

"¿Debería llamarla ahora, señor?".

Ana parecía tener miedo de verme enojado y no podía culparla. Ella sabía que me volvía un verdadero diablo cuando me enojaba, pero ese día era diferente. No tenía motivos para estar molesto, de hecho, estaba muy, muy feliz. Todavía podía sentir la piel cálida y suave de Kelly sobre mí; todavía podía sentir sus deliciosos labios, su caricias, sus rasguños en mi espalda. Aún recordaba su dulce sabor, sus gemidos, sus súplicas, todo. Recordaba todo en mi cabeza y eso me hacía querer besarla de nuevo.

Finalmente era mía. Estaba consciente de que ella seguía en shock por todo lo que había pasado entre nosotros y no quería apresurarla a nada porque podía asustarla. Quería llevar las cosas con calma, hacer las cosas a su manera y complacerla en todo lo posible para que se diera cuenta que era sincero con mis sentimientos. Aunque era inesperado para mí, no me arrepentía de nada.

Miré mi reloj y me di cuenta de que ya había tardado demasiado en la ducha.

Mis labios se separaron. ¿Acaso me estaba evitando?

Tenía un pésimo carácter y sentía que mi estado de ánimo cambiaba lentamente, pero cerré los ojos con fuerza y ​​me forcé a tranquilizarme. Kelly no era cualquier mujer, ella era especial así que necesitaba controlar mi temperamento cuando se trataba de ella. Necesitaba cambiar, tal como lo prometí, para poder estar con ella.

"S.. Señor…".

Ignoré a Ana, levantándome sin decir una palabra. Caminé hacia el cuarto de Kelly y toqué a su puerta. Quizás ya había terminado de bañarse.

"¿Kelly?".

Un momento. ¿Seguía bañándose? Podía resfriarse.

"¿S.. Sí?".

Tardó tanto en responder que pensé que no volvería a hablarme.

"Te preparé un desayuno. Come antes de irte. Necesito irme ya". Dije apoyándome contra la puerta.

Kelly… ¡Maldita sea, cariño! ¿Ahora tu mandabas? Bien.

"Está bien, gracias".

Simplemente asentí exactamente y me fui. Pensaba desayunar con ella, pero aún se sentía incómoda conmigo, así que iba a intentarlo de nuevo la próxima vez.

Cuando llegué a la empresa, inmediatamente fui directo a mi oficina. Necesitaba darme una ducha y cambiarme, por lo que me dirigí a la habitación dentro de mi oficina y vi a Emily sentada en el sofá completamente desnuda. Tenía las piernas abiertas y se estaba tocando, luciendo tan provocadora al hacerlo.

Mi frente se arrugó mientras apretaba las mandíbulas y miraba a mi alrededor. "¿Qué estás haciendo aquí?".

Ella sonrió y caminó lentamente hacia mí. Se lamió los dedos y me miró con lujuria en sus ojos.

"Creo que el sexo en la oficina sería una buena idea. ¿Qué opina, señor?".

"Pido disculpas, señor. Pero no puedo ver cómo pierde el control por una mujer".

Apreté los dientes. De repente aplaudió dos veces y un grupo de mujeres entró en mi habitación.

Mis labios se separaron mientras miraba a cada mujer que entraba. Una de ellas estaba embarazada y la otra era claramente menor de edad. ¿Pero qué mierda?

Mi frente se arrugó mientras mi expresión se endurecía cuando me di cuenta de que uno de ellas se parecía a Kelly. ¿De qué carajos se trataba? ¿Quería que estuviera con otras mujeres y me olvidara de Kelly? Era ridículo.

"Puedes tener a cualquier mujer que quieras, pero no a Kelly. Ella no es de fiar", dijo Félix y asintió con la cabeza hacia la mujer que se parecía exactamente a Kelly.

Ella caminó hacia mí mientras se quitaba la ropa lentamente.

Apreté las mandíbulas y antes de que pudiera ponerme un dedo encima, agarré mi cuchillo suizo y se lo lancé a Félix, cortándole a un costado del cuello y las mujeres gritaron del miedo.

Félix me miró con el rostro pálido y los ojos muy abiertos. Lentamente, caminé hacia él y lo agarré del cuello. Mis puños cerrados temblaban de tanta ira. Él nunca antes había cruzado esa línea. Si se atrevía a hacer algo como eso de nuevo, lo iba a enterrar vivo junto al mayordomo que se había atrevido a insultar a Kelly antes.

"¿Secuestraste a estas mujeres? ¿Te parezco tan modesto, Félix? ¿Crees que caería tan bajo solo por tener sexo? No creo que entiendas lo que está pasando en realidad".

Inmediatamente inclinó la cabeza, evitando mirarme, "P... Pido disculpas por mi comportamiento inapropiado, señor".

"No deberías meterte en mis decisiones. Tu trabajo es obedecerme y no cuestionarme. ¿Ya olvidaste quién es el jefe aquí? ¿Eh? ¿Necesito recordártelo?".

Inmediatamente sacudió la cabeza y lo empujé al suelo. Se levantó de inmediato y les ordenó a las mujeres que se fueran. Me limité a observarlos mientras salían de la habitación una por una.

Realmente no me gustaba cuando alguien me desafiaba. Cualquiera que me desobedeciera debía ser castigado brutalmente, sin excepción.