Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 57

Punto de vista de Kelly

No quería mostrarme afectada pese a que las frías miradas de Pierce sí me afectaban. Él ya me había visto con Klay y se quedó mirándome como si fuera una extraña al azar. Sin embargo, Lexi, que está a su lado, no tardó en rodearle el brazo con el suyo cuando me vio mirándolos.

—Kelly, podemos ir a otro restaurante si...

—Quedémonos —interrumpí a Klay y lentamente levanté la cara para mirarlo. Me estaba observando con expresión de preocupación.

Finalmente, pude sonreír después de la conmoción de ver a Pierce y Lexi en el mismo restaurante.

—¿Por qué nos iríamos? Vinimos aquí primero y ya hiciste una reserva —reflexioné.

En ese momento, él apretó la mandíbula y me miró a los ojos. Sus orbes oscuros me observaban como si sopesaran mis emociones y reacciones. Sabía que estaba preocupado, pero podía manejar perfectamente mis emociones. Además, había aprendido a ocultar mis verdaderos sentimientos.

—¿Estás segura? —preguntó Klay.

Estaba a punto de asentir cuando vi a Lexi y Pierce caminando hacia nuestra mesa. Contuve el aliento para mantener la calma mientras levantaba la vista otra vez y los miraba. Klay, por otro lado, volvió a su asiento y observó mi reacción.

Por lo que veía, estaban bien. Aún recordaba cómo Lexi me atacó en mi florería acusándome de robarle a su prometido. Supuse que se reconciliaron y debía admitir que se veían bien juntos, un cretino y una víbora.

—¡Kelly! No sabía que estabas aquí. Tenemos una cita, supongo que ustedes también están en una. ¿Les importa si compartimos mesa? —preguntó Pierce.

—Hay muchas mesas vacías aquí. ¿No tienes dinero para una reserva? —replicó Klay.

Al instante, mi boca se abrió por lo que dijo. Vi que la expresión de Lexi cambió inmediatamente por su rechazo. ¡Es cierto, estaba acostumbrada a conseguir todo lo que quería, así que no estaba acostumbrada a que la rechazaran!

Un instante después, Klay levantó lentamente la cara y los miró con expresión fría. —Verán, esta noche es muy especial, así que no quiero que la arruinen —continuó.

De pronto, Lexi se rió sarcásticamente y me miró. —Imagino que nos dejarás acompañarlos ya que eres la mejor amiga de mi prometido, Kelly —comentó.

Yo miré con desgana a sus ojos sarcásticos y afirmé: —No tengo problema en que se queden con nosotros. De hecho, tengo muchas cosas que decirles.

Después de decir eso, vi el miedo cruzar los ojos de Lexi cuando miré a Pierce antes de mirarla de nuevo a ella. Lexi tragó saliva y se llevó a su prometido casi a rastras.

—Disfruten su cita —dijo con falsedad al tiempo que tiraba del brazo de Pierce mientras este me miraba antes de seguirla.

Finalmente, levanté la barbilla y tomé una honda bocanada de aire. Mi corazón latía rápido y fuerte, no entendía por qué Pierce todavía podía afectarme así. Tal vez no podía olvidarlo porque nunca fue un mal esposo conmigo.

—Podemos ir a otro restaurante —repitió Klay.

De inmediato, le sonreí y negué con la cabeza. —No. ¿Por qué nos iríamos? ¿Sólo por un par de personas insignificantes? Además, me gusta la comida de este lugar —contesté.

Klay asintió lentamente y levantó el brazo, indicándole al camarero que sirviera nuestra comida, ya que él ya sabía lo que yo quería.

No tardaron en servirnos los platos y, como siempre, todo sabía muy bien. Estaba ocupada comiendo cuando de repente, sentí el dedo de Klay tocar suavemente mi labio inferior, como si estuviera limpiando algo.

Cuando levanté la vista y lo miré, se rió entre dientes. —En verdad te gusta la comida, ¿eh? —comentó.

—Este plato es mi favorito —manifesté y seguí comiendo mientras lo miraba.

En ese momento, tomó un sorbo de su vino sin dejar de mirarme a la cara. —Sólo tengo una pregunta, Kelly.

—Dime —dije después de asentir.

—¿Tengo alguna posibilidad?

Aquella pregunta me hizo ahogarme. Rápidamente me sirvió un vaso de agua y se disculpó. Sin perder el tiempo, acaricié mi pecho y bebí el agua antes de mirarlo a la cara nuevamente.

Yo apreté los labios y pensé que esa era nuestra oportunidad de tener el cierre que ambos necesitábamos. Además, ambos estábamos tranquilos.

—Lo siento —susurró apenas suficientemente alto para que yo lo escuchara—. Fui un idiota por intentar interferir en tu vida personal. Perdí mi oportunidad y me negaba a aceptarlo, así que busqué la manera de demostrarte que él no era bueno para ti. Fui un tonto por creer que hacías todo esto sólo para vengarte de mí… para lastimarme después de lo que te hice.

Al oír aquello, mi frente se arrugó. —Nunca pensé en vengarme de ti, Pierce. La venganza no es forma de salir adelante —repliqué.

Él asintió. —Lo sé… lo sé porque no eres ese tipo de persona. He recobrado mis sentidos, Kelly. Lamento haberte lastimado —manifestó.

Con eso, tragué fuerte y contuve el aliento. —Supongo que deberíamos empezar a tratarnos como a completos desconocidos, Pierce —sugerí.

Él sonrió con tanta amargura y tristeza que no pude soportar mirarlo a los ojos por más de un par de segundos.

—¿N-No podemos volver a ser amigos? ¿Como en los viejos tiempos? —inquirió al tiempo que tomaba mi muñeca.

No pude evitar cerrar los ojos con fuerza. «Aquí vamos de nuevo», pensé.

Lentamente abrí los ojos y lo miré sin expresión. Vi el dolor cruzar por sus ojos. Luego, contuvo el aliento, se mordió el labio inferior y asintió lentamente antes de soltar mi muñeca.

—L-lo entiendo. Por favor, sé feliz.

Después de eso, no dije nada más. Comencé a alejarme en silencio cuando volvió a llamarme por mi nombre. La desesperación era audible en su voz.

—Kelly…

Me detuve en seco, sobresaltada.

—Mis sentimientos nunca cambiarán, pero me haré a un lado para que seas feliz. Sin embargo, si te veo llorar por él… no dudaré en retomar lo nuestro. Estoy enamorado de ti, Kelly. Es por eso que te dejo ir…